Macrolingotes

AÚN NO SE SABE QUIÉN PODRÁ TEner destino. Si Juan Manuel Santos, Germán Vargas Lleras, Alfonso Gómez Méndez, Alfonso López Caballero, Rafael Pardo, Noemí Sanín, Gustavo Petro o alguno de los Gaviria que está en la batalla.

Tampoco hay quien asegure que el presidente Uribe seguirá con su destino. ¿Por qué digo esto? Porque el artículo 192 de nuestra Constitución dice: “El Presidente de la República tomará posesión de su destino ante el Congreso”.

Esa denominación de destino, referido al Presidente y no a cualquier otra responsabilidad, no sólo es de nuestra actual Carta, sino de dos anteriores: en la de 1843 (artículo 87) y en la de 1886 (artículo 192). Tal parece que para nuestros constituyentes los únicos que tienen destino son los presidentes. Los otros tienen cargos.

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Nuestro idioma tiene sus particularidades. Ejemplo: ¿por qué separado se escribe todo junto?, y, ¿por qué todo junto se escribe separado? Asimismo, cuando el enfermo está en estado de coma, es cuando precisamente no puede comer.

Y a propósito de coma, es un signo de puntuación difícil de usar y según donde se ponga, la frase tiene sentidos diferentes.

Si el hombre supiera realmente el valor que tiene la mujer andaría en cuatro patas en su búsqueda.

Esa es una frase que necesita una coma. Con seguridad, porque las mujeres son como son, ellas, estoy seguro, pondrían la coma después de mujer. Y pónganles bolas al sentido. Los hombres, por el contrario, porque también nosotros somos así, no me cabe duda, la coma la pondríamos después de tiene. Y pónganle bolas al sentido.

Son cosas del idioma y como también se trata de una guerra de sexos, y utilizando una frase de nuestras reinas, que ha hecho carrera, el hombre se complementa con el hombre, mujer con mujer, hombre con hombre y también mujer a hombre del mismo modo, en el sentido contrario. Luego, párenle bolas… porque se trata de hombres.