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MACROLINGOTES

Óscar Alarcón

31 de enero de 2011 - 10:00 p. m.

LA HISTORIA DE ESTE PAÍS VA PARALEla con la vida de dos de sus grandes diarios, El Espectador y El Tiempo. El primero nació en 1887 para combatir la Regeneración, en uno de cuyos gobiernos se quiso amordazar la prensa con una ley que don Fidel Cano, fundador del primero, llamó la “ley de los caballos”.

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El segundo lo fundó, hace cien años, don Alfonso Villegas Restrepo para defender la Unión Republicana. Dos años después, cuando el periódico y su dueño se hallaban en la completa ruina, lo compró por cinco mil pesos oro su cuñado Eduardo Santos y desde entonces le llegaron mejores tiempos. Y a partir de allí, El Tiempo no se detiene.

El Espectador comenzó en Medellín, bajo la dirección de Fidel Cano, y su hijo, Luis Cano, a quien se le consideró como el mejor editorialista político del país, lo comenzó a publicar en Bogotá en 1919. Cuando apareció El Tiempo, el 31 de enero de 1911, le tocó competir con El Nuevo Tiempo, que quedó de viejo; La Sociedad y La Crónica, que gozaban de gran circulación.

En el centro de Bogotá fueron vecinos por muchos años El Espectador y El Tiempo, compartieron triunfos y penurias, y casualmente los dos resultaron víctimas de las hordas, quién sabe dirigidas por quién, pero muchos aseguraban saber quiénes eran, que gritaban en contra del liberalismo, entonces partido de oposición. Ese día, 6 de septiembre de 1952, además de incendiar la sede de ambos periódicos, hicieron lo propio con las residencias de Carlos Lleras Restrepo y Alfonso López Pumarejo. Esta última colindaba con la del presidente encargado, Roberto Urdaneta Arbeláez, a la cual no la hicieron nada. El mandatario no vio nada y oyó menos, porque era enfermo del oído.

Cuando El Tiempo cumple cien años y El Espectador va camino a los 124, algunos presagian la desaparición de la prensa escrita. Los más optimistas la ven, muy de prisa, en otro planeta. Pero si no hay periódicos ¿cómo madurarán los aguacates? ¿Cómo nos preservaremos de los aguaceros cuando no hay paraguas?

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