¿CUÁNTO DURA BERLUSCONI? ¿SErá que dura lo que dura, dura?
La verdad es que a su edad, 74 años, ya en él nada dura, a no ser que sea su gobierno —en el que sí hay chuzadas— y los nueve mil millones de dólares que tiene de patrimonio, según la revista Forbes. Es imputado, y bien imputado, por prostitución de menores agravada, proxenetismo, y abuso del cargo, investigaciones que están a cargo de una fiscal reputada (pero no de las que le gustan), llamada Ilda Boccasini.
Frente a sus conductas (¿será que todos tenemos un Berlusconi en el corazón?), un sector muy importante de la Iglesia católica se hace el de la vista gorda. Frente a él, parece que la Santa cede, tanto que un teólogo del Opus Dei, Vittorio Messori, se atrevió a declarar: “Es mejor un putero que hace buenas leyes que un notable catolicísimo que promulga normas contrarias a la Iglesia”.
La verdad es que en esa permanencia —entre la putucracia y la pornocracia— algo tienen que ver los medios televisivos, muchos de los cuales son de su propiedad, y también su periódico Il Giornale. Uno de los que forman parte del club de reclutadores de sus niñas de parranda es Emilio Fede, quien por más de treinta años ha sido el presentador de los noticieros de televisión en los horarios triple A, antes en la RAI y ahora en el telediario del Canal 4, propiedad de Berlusconi. Fue, precisamente él, quien le presentó a Ruby, quien es como una de los tantos rubíes que regala a sus amigas de aventuras.
Otro de sus amigos periodistas es Bruno Vespa, quien conduce Porta a Porta, un programa de debate, muy bueno, por cierto, que se presenta en la RAI, también en horario triple A, y que se puede ver en Colombia, por cable.
Esos, y otros periodistas, manejan con eficacia su imagen mediática y permiten que, a pesar de sus escándalos, mantenga aún altos índices de popularidad (30%, contra 25 de sus opositores). Para esos muchos italianos es un hombre muy querido que tiene una que otra querida.
