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Óscar Alarcón
04 de julio de 2011 - 11:00 p. m.
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UN DÍA COMO AYER, EL 4 DE JULIO de 1776, trece colonias de lo que iba a llamarse Estados Unidos de Norteamérica proclamaron su independencia de la Gran Bretaña y se declararon independientes y soberanas.

Por eso, en conmemoración de esa fecha histórica, se quiso hace 20 años que naciera la nueva Constitución colombiana que derogaba la de 1886.

Contrario a nuestras constituciones anteriores, la que hoy nos rige no nació después de una guerra, sino como fruto de un acuerdo político iniciado durante el gobierno de Virgilio Barco y seguido por el de César Gaviria. Si bien ese pacto estuvo precedido de un movimiento estudiantil que promovió lo que se llamó la “Séptima Papeleta”, que por lo demás no fue contabilizada, si el gobierno Barco no hubiera expedido los decretos que permitieron la manifestación del constituyente primario no habría sido posible la contabilización de las papeletas de convocatoria el 27 de mayo de 1990, cuando también se eligió a César Gaviria como presidente.

Pero también en un día como ayer, el 4 de julio de 1991, cuando los setenta y cuatro constituyentes pretendían sancionar la nueva Carta, el texto no estaba elaborado y les tocó firmar en blanco. Las fallas de los computadores, que no tenían la tecnología de que hoy disponen, originó el trastorno cibernético. Como quien dice, la nueva Constitución, en su nacimiento, fue víctima del sistema. Sólo apenas el 7 de julio el país pudo conocer su nueva Carta gracias al empeño de dos o tres constituyentes y del secretario Jacobo Pérez Escobar, quienes tuvieron que ponerse en la difícil tarea de escuchar las grabaciones magnetofónicas de las sesiones, buscar en cajas los papelitos de artículos y parágrafos aprobados. Lo cual quiere decir que hubo tres días en  los que constitucionalmente no hubo Constitución. Pero después del 7 hubo nuevos textos y nuevas enmendaduras que fueron apareciendo, y el texto definitivo sólo salió en la Gaceta 116 del 20 de julio.

Afortunadamente las cajas y papelitos no se convirtieron en comida de animales. Por eso pudieron hacerse las “fe de e…ratas”.

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