Macrolingotes

Dentro de un año estaremos en vísperas del inicio del próximo gobierno. El país, en elecciones democráticas, habrá resuelto si quiso o rechazó la reelección.

Sostuvo el presidente Alfonso López Michelsen que los adalides de la reelección presidencial en Colombia fueron los liberales. Recordaba que en el curso del siglo XX, en el período que corresponde a los conservadores propiamente dichos, hubo una sola reelección presidencial, la del general Reyes. El liberalismo, en cambio, tiene una larga tradición reeleccionista que viene desde el siglo XIX. Santander, Obando, Mosquera, Murillo y Núñez le enseñaron al liberalismo a ser reeleccionista. Al reconquistar el poder en 1930, surgió en cabeza del expresidente Olaya Herrera la misma tendencia, por primera vez en el siglo XX.

La Constitución de 1886 permitía la reelección inmediata siempre y cuando quien viniera ejerciendo la Presidencia se retirara 18 meses antes. Por eso Núñez pudo ser reelegido hasta su fallecimiento. Después de 1910 —luego del quinquenio de Reyes— se prohibió la reelección inmediata y fue gracias a esa norma cuando Olaya aspiró a la reelección, pero falleció, y López Pumarejo cogió su turno en 1934 y fue reelegido en 1942.
Carlos Lleras Restrepo y el mismo López Michelsen la buscaron, pero no la lograron y, en cambio, el conservador Mariano Ospina Pérez jamás tuvo, aparentemente, esa pretensión. En la Constitución de 1991 se prohibió la reelección de manera absoluta, disposición que logró modificar para su propio beneficio el hoy jefe del Centro Democrático, Álvaro Uribe Vélez. Hoy es víctima de su propio invento, cuando Juan Manuel Santos aspira a un segundo período. Nadie sabe para quién trabaja.