¿Será Barranquilla un nombre maluco? García Márquez, no hay duda, tiene una particular atracción por esa ciudad. Allí vivió, allí se hizo como periodista y escritor, allí consiguió sus mejores amigos y allí es donde le encanta hablar con los taxistas para quienes no hay prestigio que dure quince días.
Todos estamos de acuerdo en que “Memoria de mis putas tristes” se desarrolla en esa ciudad pero en ninguna parte aparece su nombre. La describe como “una ciudad de mi alma tan apreciada de propios y ajenos por la buena índole de su gente y la pureza de su luz”. Y en “El general en su laberinto” la denomina “la antigua barranca de San Nicolás” luego de señalar que es “la ciudad más próspera y hospitalaria del país”. Pero en ninguna parte le dice Barranquilla. ¿Por qué?
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Hay nombres muy hermosos en la geografía colombiana, como Santiago de las Atalayas o Belén de los Andaquíes, o San Bernardo del Viento, inmortalizado por Juan Gossaín, con nombre sonoro aún en portugués: Sao Bernardo do Soplo ¿Pero será que Barranquilla es un nombre maluco? Habrá que preguntárselo a García Márquez porque esa hermosa ciudad caribe, en sus obras, no tiene Name, pero abunda el ñame.