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El 8 de este mes se cumplieron, sin pena ni gloria, ochenta años de la matanza de las bananeras, que fue el resultado del primer movimiento sindical que hubo en Colombia durante el gobierno de José Vicente Concha.
El hecho se produjo en Ciénaga, que entonces era un próspero municipio del Magdalena, en donde se bailaba la cumbia haciendo la ronda con quema de billetes. En conmemoración de ese hecho histórico, el maestro Rodrigo Arenas Betancourt hizo un monumento, que ubicaron en una de las plazas de la ciudad, en donde está un hombre desnudo, negro y blandiendo un machete.
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Me cuenta David Sánchez Juliao que a los cienagueros no les gusta el monumento por varias razones. Una, porque allá no hay tantos negros; dos, porque son pacíficos y no andan armados y, tres, la más importante, porque consideran que el cachaco autor de la obra fue injusto con ellos porque al hombre lo puso desnudo mostrando su otra arma, la pacífica, de un tamaño muy pequeño, que lo consideran como un insulto a la raza.
