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Muertes ilustres

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Óscar Alarcón
03 de octubre de 2023 - 02:05 a. m.
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El traslado desde Mónaco de los restos del maestro Fernando Botero hace recordar cómo se hizo en épocas pasadas con personajes ilustres, también fallecidos en el exterior. El transporte no era entonces tan presto como ahora. Por ejemplo, el presidente Marco Fidel Suárez y su familia debieron esperar casi un año el cadáver de su hijo Gabriel, quien falleció en EE. UU., víctima de la llamada “epidemia española”, que azotó al mundo en 1918. Como era un mandatario pobre, le tocó empeñar el sueldo para sufragar su traslado, conducta que originó un debate en la Cámara por parte de Laureano Gómez, que condujo a Suárez a su retiro del gobierno.

Otro caso fue el del presidente Enrique Olaya Herrera (fallecido en 1937), quien luego de dejar la Presidencia fue designado embajador en el Vaticano. Se enfermó y expiró en Roma. Temporalmente fue enterrado en el cementerio de Campo Verano de la Ciudad Eterna. Después sus restos fueron embarcados hacia Colombia, con escala en Nueva York. Dos meses más tarde, en barco, llegaron a Buenaventura y luego a Bogotá por vía férrea, en un tránsito lento donde en cada estación le rindieron tributos.

El presidente José Vicente Concha también falleció en Roma, como embajador en 1929. El candidato presidencial Gabriel Turbay murió en París en 1947. Los cadáveres de ambos fueron repatriados a Colombia, igual que el del presidente Guillermo León Valencia, fallecido en Nueva York en 1971.

El presidente Alfonso López Pumarejo murió en Londres como embajador en 1959, en la calle Wilton Crescent, sede diplomática que fue residencia del duque de Sutherland. Sus restos fueron trasladados a Bogotá y por inconvenientes de transporte aéreo, en vez de llegar un lunes, arribaron un martes. Por eso se dijo que había llegado tarde hasta a sus propios funerales.

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Jorge(53826)04 de octubre de 2023 - 10:11 a. m.
Ilustres los muertos que dejó matarife...
ORLANDO(75309)03 de octubre de 2023 - 09:54 p. m.
Cierto la actitud de Laureano Gómez con el Presidente Marco Fidel Suarez fue mezquina y cruel a todas luces, un Presidente que empeña su sueldo como cualquier parroquiano para traer los restos de su hijo en vez de aprovecharse de los dineros públicos le pareció indigno al siniestro Laureano y ocasionó la renuncia de uno de los pocos honestos presidentes que ha tenido Colombia.
  • William(51420)03 de octubre de 2023 - 10:58 p. m.
    Gaitán decía que no era una vergüenza sino un orgullo tener un Presidente que prefería vender el sueldo antes que enriquecerse con una firma...
Luis(39449)03 de octubre de 2023 - 08:39 p. m.
Laureano Gómez, el monstruo, debería ser la bestia; demostrando lo ruines que son nuestras élites, al mejor estilo de la cabal y la valencia. Payasos que sólo han sifo funcionarios del estado pero viven como reyes. Deberíamos usar su tumba como letrina.
  • Gines(86371)03 de octubre de 2023 - 09:15 p. m.
    De acuerdo contigo Tanatos.
Carlos(92784)03 de octubre de 2023 - 06:17 p. m.
Ruego a los dioses que nunca se haga realidad la amenaza de los subditos de aquel al que llaman " presidente eterno " . Con lo sufrido de el ya nos sobra y basta.
Usuario(82535)03 de octubre de 2023 - 05:13 p. m.
Los falsos positivos de Soacha y los otros 6402 ni siquiera han podido ser inhumados, esos si eran jóvenes ilustres, los otros simples delincuentes. Estudie vago
  • Jorge(53826)04 de octubre de 2023 - 10:10 a. m.
    👍
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