Antes se votaba con papeletas que incluían la totalidad de los candidatos a las distintas corporaciones. Los aspirantes las imprimían, asumiendo el costo, y las entregaban a los electores para que las introdujeran en las urnas. Si no tenían con qué pagarlas al impresor y no contaban con la infraestructura necesaria para entregarlas al ciudadano, estaban en desventaja frente a los grandes caciques.
Como gran conquista de la democracia se estableció el tarjetón que la Registraduría imprime y entrega al elector para que él, libremente, sin presiones, con un estilógrafo, lo llene y, frente a la urna, marque con una equis el partido y...
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