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Papeletas y tarjetones

Óscar Alarcón

15 de marzo de 2022 - 12:30 a. m.

Antes se votaba con papeletas que incluían la totalidad de los candidatos a las distintas corporaciones. Los aspirantes las imprimían, asumiendo el costo, y las entregaban a los electores para que las introdujeran en las urnas. Si no tenían con qué pagarlas al impresor y no contaban con la infraestructura necesaria para entregarlas al ciudadano, estaban en desventaja frente a los grandes caciques.

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Como gran conquista de la democracia se estableció el tarjetón que la Registraduría imprime y entrega al elector para que él, libremente, sin presiones, con un estilógrafo, lo llene y, frente a la urna, marque con una equis el partido y el número que correspondan al candidato de su preferencia. Si la lista es cerrada, no hay problema; pero si es abierta, en donde debe indicar el número de la persona por quien va a votar, la cuestión se complica. El ciudadano debe saber previamente a favor de quién depositará su voto y no puede preguntarle a nadie en el puesto de votación. Debe conocer anticipadamente el número y el partido del candidato, porque ni siquiera hay foto como antes.

En esta oportunidad, con las consultas interpartidistas, la cuestión se complicó aún más. El elector es quien debe pedir el tarjetón para votar —solo uno—, pero al hacerlo se está violando uno de los principios fundamentales del sufragio, el que sea secreto. Al pedir que le den el de X o Y movimiento está diciendo públicamente que va a votar por ese y no por otro. El secreto queda descubierto.

¿Y qué tal las curules de paz? ¿Y las circunscripciones indígenas? ¿Y las votaciones en el exterior? ¿Y la cifra repartidora?

Mucha complicación para cumplir con un deber ciudadano. Por eso se debieron presentar muchos votos nulos. Resulta necesario que se haga una reforma electoral más fácil y expedita, porque la actual solo la entienden el Gato Volador y la señora Mer… lano que cada vez que hay elecciones nos da por donde sabemos.

Esta columna, por razones técnicas de “cierre” del periódico, se escribió antes de conocer los resultados electorales. Ojalá al país le haya ido bien.

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