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Perú y Vargas Llosa

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Óscar Alarcón
15 de junio de 2021 - 03:30 a. m.
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El nobel Mario Vargas Llosa no ve una. Creyendo que además de lectores tenía electores, se lanzó a la Presidencia del Perú y resultó derrotado por un oscuro japonesito, Alberto Fujimori. Volvió a lo que sabía hacer y desde la distancia ha visto el devenir político de su país cuyos mandatarios, todos, han terminado presos. Él, por el contrario, terminó esposado con Isabel Preysler.

Sigue escribiendo, muy bien como siempre, pero en política tiene la clara virtud de que cuando opina, desacierta. Se volvió pavoso, como dicen los venezolanos, o ave de mal agüero, como afirmamos aquí. Para las elecciones presidenciales del 2011, cuando se enfrentaron Ollanta Humala y Keiko Fujimori, dijo que eso era como escoger entre el sida y el cáncer, y ganó el primero. Volvió a presentarse la señora Fujimori con Pedro Pablo Kuczynski y este ganó. En esta nueva oportunidad la señora hija del dictador buscó por tercera vez la Presidencia y a pesar del apoyo que recibió del premio nobel, olvidando todo lo que había dicho contra ella en ocasiones anteriores, volvió a ser derrotada en el balotaje por el “maestro” Pedro Castillo.

No hay derecho para que una persona de la talla intelectual de Vargas Llosa termine su ciclo vital haciendo estos malabares políticos en su país y muy similares en España y en el continente americano. El otrora miembro del boom latinoamericano de novela de los años 60 dio el viraje hacia lo más siniestro de la derecha con los aznares y los centros democráticos.

Pero volviendo a los comicios de hace diez días en el Perú, ahí sí no había bala perdida. No tenían que escoger entre el sida y el cáncer, sino que se quedaron con el coronavirus. A la señora Fujimori le revivieron su auto de detención y el “profesor” electo es más inmaduro que Maduro.

Más le vale al nobel tener Conversaciones en la Catedral con Julio Iglesias, anterior marido de la Preysler.

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Jesus(86547)17 de junio de 2021 - 03:01 p. m.
Hay muchos que se creen "intelectuales" por escribir una columna, y Alarcón junto a otros arribistas, no paran de ningunear al Profesor Castillo que por su origen popular ya de por sí es bruto y sin preparación. Ojalá el electo Presidente del Perú les cierre la jeta a la montonera de simio intelectuales. Lo del guiñapo de Vargas Llosa, es excusa para atacar a Castillo, digno hombre del pueblo peruan
Jose(25425)16 de junio de 2021 - 12:57 a. m.
Excelente columna
María(60274)15 de junio de 2021 - 11:10 p. m.
Vargas Llosa apoyando a asesinos.
Carlos(21131)15 de junio de 2021 - 09:55 p. m.
Gracias por su columna de hoy, Oscar.
juan(9371)15 de junio de 2021 - 09:24 p. m.
Toda catedral tiene su gárgola y este escritor ya es una , para que la exhiban en la de Madrid, hoy día capital de la derecha en Europa.
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