El mejor candidato que históricamente tuvo el Partido Liberal para llegar a la Presidencia fue Álvaro Gómez Hurtado. Cada vez que se lanzaba, aparecía el trapo rojo y ganaban López Michelsen, Virgilio Barco o César Gaviria. Si bien el sectarismo que caracterizó al hijo de Laureano Gómez en sus primeros años amainó en el nuevo siglo, los liberales no olvidaban sus actitudes pasadas y por eso no pudo llegar a la Presidencia.
¿Será que Gustavo Petro se convertirá en el nuevo Álvaro Gómez frente al establecimiento? La verdad es que hoy está punteando en las encuestas, pero no se ve fácil que gane en una segunda vuelta. En 2010 sacó 1’331.267 votos en primera vuelta y no llegó a la segunda, cuando se enfrentaron Santos (9’028.975 votos) y Mockus (3’587.975 votos). En 2014 no se presentó cuando Santos fue reelecto.
En 2018, en la primera vuelta, Iván Duque sacó 7’569.693 votos y Petro, 4’851.254. En la segunda Duque logró 10’373.080 y Petro, 8’034.189. Un fenómeno simpático. ¿Por qué? Porque los votos del primero y del segundo, en su mayoría, no eran de ellos. Gran parte de los que sufragaron por Duque lo hicieron para votar contra Petro, y gran parte de los que sufragaron por este lo hicieron para irse contra Duque o Uribe, que era lo mismo. No hubo votos a favor, sino votos en contra.
El año entrante puede suceder algo similar. El establecimiento va a votar contra Petro, sufragando por el candidato que llegue a la segunda vuelta distinto al de la Colombia Humana, quien hoy lidera las encuestas. ¿Quién será ese enanito? Nadie sabe quién puede crecer.
Las encuestas muestran a un Petro que está en su techo, no crece y por eso está acudiendo a muebles estilo Luis XV (Luis Pérez) que le permitan sentarse. ¿El establecimiento se lo permitirá? ¿Será que Petro es el nuevo Álvaro Gómez a quien no dejarán llegar?
Por eso va este clasificado: “Vendo muebles estilo Luis XV. Entenderse con Luis XVI”.
¿Todos contra Petro? Toconpe.