Después de los hechos violentos del 9 de abril y tras el fracaso del gobierno de Unidad Nacional que quiso establecer Mariano Ospina Pérez, los liberales, que eran mayoría en el Congreso, quisieron adelantar las elecciones presidenciales y presentaron un proyecto de ley con ese propósito.
Así las cosas, los comicios se anticiparon para el 27 de noviembre, a pesar de que el presidente debía posesionarse el 7 de agosto, nueve meses después. ¡Qué situación tan embarazosa!
Sin embargo, los hechos políticos determinaron que el liberalismo —auspiciador del adelanto— se abstuviera de participar en los comicios y el candidato conservador,...
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