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Así como en el segundo gobierno de Alfonso López Pumarejo la prensa de oposición preguntaba: “¿Quién mató a Mamatoco?”, hoy la pregunta parece ser otra: “¿Quién ordenó el suicidio del coronel?”.
Era el 14 de julio de 1943 cuando en las horas de la noche apareció muerto Francisco Anastasio Pérez, a quien llamaban Mamatoco por ser oriundo de ese corregimiento vecino a Santa Marta. Cuentan que ese señor, que publicaba un periódico de chismes (La Voz del Pueblo), intentó extorsionar a varios agentes del orden que, ante el asedio, resolvieron contratar a sicarios de la época para darle muerte en el Parque Santos Chocano del barrio La Magdalena, hoy calle 39 con carrera 15 de Bogotá.
La versión del diario El Siglo, de oposición y que dirigía Laureano Gómez, indicaba que la familia presidencial habría ordenado el asesinato para encubrir un crimen de Pedro López Michelsen, hijo del presidente López Pumarejo, quien había sido sorprendido en un automóvil en el Parque Nacional por un carabinero, mientras hacía el amor con una dama de la sociedad bogotana. (Entonces no había moteles).
El Siglo diariamente publicaba este título destacado en primera página: “¿Quién mató a Mamatoco?”, tratando de culpar a la familia presidencial. Según el proceso, los autores materiales del asesinato fueron miembros de la Policía, el teniente Santiago Silva y los agentes Oliverio Ayala Azuero y Rubén Bohórquez. Además, la parte civil de los familiares de Mamatoco, el doctor Pedro Nel Rueda Uribe, dejó constancia expresa de que la familia López no tuvo nada que ver en los hechos.
Sobre la base de los apellidos de los protagonistas de esta historia, en esa época se hizo viral un apunte. Un niño que tocaba guitarra pregunta a su madre:
—Mamá, ¿toco?
—No. Ay ala, mejor Silva.
Cualquier parecido con hechos recientes de muerte o suicidio ¿será mera coincidencia?
