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La séptima papeleta ni fue séptima ni fue papeleta: fue un símbolo que condujo a la Constituyente del 91. Por la situación de orden público que se vivía en el país (por el narcotráfico), un grupo de profesores y estudiantes de la Universidad del Rosario se reunía en la decanatura de Derecho con su titular Marcela Monroy y, entre otros, Fernando Carrillo, Camilo Ospina y Hernando Herrera Mercado. De allí surgió la idea de que, aprovechando las elecciones del 11 de marzo, en donde se iba a votar por Senado, Cámara, Asambleas, concejos, alcaldes y consulta liberal, hubiera una séptima papeleta con la siguiente leyenda: “Voto por Colombia. Sí a una Asamblea Constituyente”. Pero la Registraduría no efectuó la impresión de ella y advirtió que no era posible adelantar el conteo porque no existía norma legal que los autorizara pero que su inclusión en las urnas no anulaba el voto.
Muchos periódicos publicaron ese texto para que el ciudadano lo recortara y la introdujera en la urna. Por eso oficialmente no se contó y jamás se supo cuántos votos logró.
El presidente acogió el clamor de la juventud de entonces y expidió el decreto de estado de sitio 927 del 3 de mayo, que ordenó a la organización electoral adoptar todas medidas conducentes para contabilizar los votos de esa papeleta, que decía: “Para fortalecer la democracia participativa, voto por la convocatoria de una Asamblea Constitucional con representación de las fuerzas sociales, políticas y regionales de la nación, integrada democrática y popularmente para reformar la Constitución Política. SÍ/NO”.
El decreto, que tuvo concepto adverso del procurador Alfonso Gómez Méndez, sin embargo fue declarado constitucional por la Corte. Y con esa papeleta, que en esta ocasión fue segunda y no séptima porque la primera fue para presidente (el elegido fue Gaviria), por la Constituyente votaron 5’236.863 y 230.080 en contra.
Ahora el ministro Armando Benedetti habla de votar por una octava papeleta para convocar una nueva Constituyente. Será una papeleta de las que le gustan a él.
