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“Sol marchito”


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Óscar Alarcón
03 de septiembre de 2024 - 05:05 a. m.
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Álvaro Medina Amaris es un intelectual barranquillero, destacado como novelista, historiador, curador y crítico de arte. Ahora publica en Planeta una novela, Sol marchito, que describe parte del siglo XIX, y en especial la llamada Guerra de las Escuelas (1876-1877), cuando el Partido Conservador, aliado a la Iglesia católica, se alzó en armas y organizó contingentes guerrilleros en los alrededores de Bogotá contra el gobierno del radical Aquileo Parra. Regía la Constitución Federal de 1863, por lo que en Tolima y Antioquia los conservadores gobernaban tras haber ganado las elecciones locales y buscaban combatir al gobierno central.

Gran parte de esta extensa novela (550 páginas) es un largo monólogo exterior en donde el narrador (general Antonio Ñungo) cuenta al hijo (Delio Antonio Ñungo) los detalles del asesinato de su abuelo en los albores de la guerra del 76, elogia su talento poético, define su personalidad y exalta sus actividades como católico ferviente.

Extraordinario relato de acontecimientos del siglo XIX que muestra un país convulsionado por luchas territoriales y religiosas en donde aparecen Rafael Núñez, doña Soledad Román, Miguel Antonio Caro, Rafael Pombo, José Asunción Silva, José María Vargas Vila y tantos otros que, de una u otra manera, tuvieron que ver con los hechos que dieron al traste con la Constitución de Rionegro y el nacimiento de la Constitución de Núñez y Caro. Describe, en una excelente prosa, cómo se vivieron esos años de confrontación en Bogotá, Cartagena, Santa Marta y también en Honda, que entonces era el principal puerto sobre el río Magdalena.

Esta novela, por supuesto de ficción, sirve para repasar episodios históricos guiados por un pensamiento excluyente y rígido que no se puede olvidar para que no se convierta en Cien años de soledad... Román.

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David(0vhxw)04 de septiembre de 2024 - 01:19 a. m.
Amigo Atenas del tapen, tapen... Como buen godo uribistas qué es..
Flavio(nrv85)04 de septiembre de 2024 - 01:09 a. m.
Esta columna es anti Uribista ya que les pide que lean y todos sabemos que en esa colectividad no se destila la lectura y menos la histórica.
Atenas(06773)03 de septiembre de 2024 - 02:41 p. m.
Dicen los estudiosos de los supuestos hechos bíblicos q’ no se los puede tomar literal/, q’ en general son metáforas. X ejem. el manido caso de la mujer de Lot, q’ quedó convertida en estatua de sal al mirar atrás al huir de Sodoma antes de su destrucción y desobedecer así instrucciones de Yahveh, tiene una obvia lectura: q’ no es conveniente mirar el pasado cuando se tiene el camino x delante.Y así, pa mí, lo del citado libro es más de lo mismo en vez de ocuparnos en proseguir la senda. Atenas.
Gines(86371)03 de septiembre de 2024 - 01:10 p. m.
¡OFREZCO DISCULPAS, OSCAR! En columna del pasado 20 de agosto, afirmabas que A. L. Pumarejo fue quien promovió el Frente Nacional. Con ligereza, afirmé que estabas equivocado y resulta que, investigando, el equivocado fue el suscrito. En el capítulo sobre El Frente Nacional de tu libro: “Los López y la historia de Colombia” lo explicas claramente. Encontré lo mismo en el libro de Alvaro Tirado Mejia: “El pensamiento de A.L. P.” donde afirma que este expresidente, fue el precursor del Frente N.
  • Atenas(06773)03 de septiembre de 2024 - 02:54 p. m.
    Ey, tú, Yines de P….acotilla, no es de extrañar q’ tengas q’ andar corrigiendo tus metidas de patas, eso es recurrente; y en este caso 2 son las disculpas:1.X los disparates al comentar con citas de libros q’ no has leído y q’ vienes aquí a cañar, y 2.Como disculpa tardía xq’ al columnista le has puesto otro nombre, Carlos, q’ en nada se le parece.Ahora te dejarás venir con tus infantiles disculpas de viejo senil, desocupado e incapaz de defenderte pese a las buenas fuentes de información.Atenas
Gines(86371)03 de septiembre de 2024 - 12:20 p. m.
Interesante el libro que reseñas, Oscar. En la obra NO novelada: “Memorias de José María Quijano Wallis”, (recomendado), nos muestra este su periplo vital más o menos en el tiempo que recrea el novelista Medina Amarís. Supongo que podrás, Oscar, establecer un paralelo entre ambas obras que seguramente posees.
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