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Escuchando el debate en el programa de análisis y debate radial Hora 20 en Caracol Radio el pasado martes 14 de julio, en el que participaron los directores de los principales partidos políticos en Colombia, un pensamiento me vino al finalizar la discusión: ninguno de ellos está dispuesto a renunciar a un solo candidato, así sepan y estén conscientes de que estos se encuentran representados en figuras de personajes que solo causan vergüenza.
De no ser así, en primer lugar el Partido de la U, casa política de Juan Manuel Santos, no dudaría ni un segundo en negar el aval a la señora Dilian Francisca Toro, a quien se le sigue investigaciones nada menos que por Lavado de Activos, Parapolítica y Tráfico de Influencias en la Dirección Nacional de Estupefacientes. A la fecha su presidente, el Senador Roy Barreras, ha preferido reservarse la confirmación de algo que es un secreto a voces. Le van a firmar el respaldo.
En cualquier lógica de sentido común, las investigaciones que se le siguen a Dilian Francisca Toro, serían motivo suficiente para negar un aval, sin embargo en la política colombiana se prefiere actuar bajo la premisa de, mientras no sea condenado, la candidatura es interesante. Los delitos por lo que se investiga, es lo que menos importa.
Es ahí donde uno se pregunta si un partido político sería capaz de avalar a una persona, no importa si se le investiga por asesinato a un solo individuo o por una masacre a todo un pueblo. Si en realidad en casos como el anterior supuesto, también contaran únicamente los votos y que el cargo quede a nombre de la colectividad.
Como era de esperarse el Partido de la U no es el único quien comete este pecado electoral, Cambio Radical dejó a un lado los principios galanistas con los que fue fundado, y pasó a utilizar el pragmatismo político como bandera de su causa. Es así como por ejemplo, a pesar de las alertas que se les dio en 2011 por la candidatura del exgobernador Kiko Gómez, no las escuchó y le confirmó su aspiración.
Hoy hace lo mismo avalando para la gobernación de la Guajira a Oneida Pinto, a quien se le ha comprobado sus nexos con Kiko Gómez.
Ahora, el oficialismo liberal no se podía quedar atrás. A pesar de verse inmerso en los tres últimos escándalos políticos (8.000, Pomaricazo y Parapolítica), no aprende la lección y se niega a renovar sus listas, siguiendo la lógica de región y no prestando atención a las alertas y los llamados que desde la opinión pública se le hace. Es ahí donde uno entiende como se prefiere sacrificar la voz de una de sus figuras más interesantes como la Senadora Vivianne Morales en la dirección colegiada, y no echar para atrás avales de personajes que dejan mucho que pensar como Luis Pérez y Didier Tavera.
Pero si esto pasa en la Unidad Nacional, la oposición no es precisamente el camino a seguir. Ahí tenemos el caso de Sergio Araujo quien aspira a la alcaldía de Valledupar por el Centro Democrático.
No sé qué tan buen ejemplo para la buena moral, pueda ser esta figura política, a quien Rafael García testigo estrella de la parapolítica, señaló de ser amigo personal del exparamilitar Jorge 40, y quien además es hermano de Álvaro Araujo Castro condenado por parapolítica e hijo de Álvaro Araujo Noguera quien fue investigado por su presunta participación en el secuestro de Víctor Ochoa Daza el 13 de enero de 2002, por lo que estuvo prófugo de la justicia un buen tiempo, para luego ser capturado por las autoridades venezolanas en su territorio, y quien vaya uno a saber, si tras un golpe de buena de suerte o si en realidad era inocente, fue absuelto tras las contradicciones en que incurrieron los testigos.
Finalmente otro que tampoco se queda atrás en materia de candidatos y apoyos cuestionados es el Polo Democrático Alternativo en Bogotá, quien a pesar de tener a una persona como Clara López, aspirando a la alcaldía Mayor del Distrito Capital, de la que no tengo ninguna duda de su rectitud, no es capaz de desligarse de personas como Álvaro Argote, Celio Nieves y Venus Albeiro Silva, concejales que tienen investigación judicial por el mayor desfalco a las finanzas públicas en la ciudad, tramado justamente desde el interior del Polo Democrático Alternativo.
Así de esta manera, es claro que para estas elecciones, en las que se esperó que se escogieran aspirantes que tuvieran las calidades necesarias en lo ético y personal, que sean ejemplo de rectitud en la política, cosa de que se les pueda demostrar a quienes se podrían venir a la paz, de que en Colombia existen personas que pueden ejercer un buen gobierno y que para eso cuentan con una hoja de vida impecable, se ha preferido acudir al pragmatismo, con el que se actúa bajo el lema de que con tal de ganar, no importan los métodos ni las alianzas, y si no, que lo diga Angelino Garzón.
Es ahí donde uno no entiende con qué cara se puede negociar con unos grupos armados al margen de la ley, haciéndoles ver como los malos del paseo, cuando desde acá, nuestros dirigentes no demuestran que son mejores y que están dispuestos a despojarse de la politiquería, clientelismo y malas prácticas, que son la excusa para que la guerrilla ataque desde las armas, causando males en quienes no tienen la culpa, es decir en el ciudadano del común.
@sevillanojarami
