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Claudia y Duque

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Óscar Sevillano
24 de septiembre de 2020 - 03:00 a. m.
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Solo una pregunta se me viene a la mente cada vez que surge un nuevo motivo que ayuda a mantener encendidas las diferencias entre la alcaldesa Claudia López y el gobierno del presidente Iván Duque: ¿por qué de 32 ciudades capitales solo se presenta con Bogotá?

A la luz pública, la culpable de estos enfrentamientos parecería ser la alcaldesa Claudia López. Mucho de esto se debe a que es una mujer que suele llamar las cosas por su nombre, que detesta la lentitud y acostumbra a darles seguimiento a todos los procesos de manera milimétrica, y cuando estos no se dan en los tiempos acordados, presiona para que se cumpla con lo establecido.

Iván Duque, por su parte, ha demostrado ser todo lo contrario. En lugar de imprimirles agilidad a los procesos, los extiende en el tiempo, a tal punto que para mostrar resultados en su gestión ha tenido que apoyarse en los proyectos que dejó caminando el expresidente Juan Manuel Santos.

Mientras Claudia prefiere estar al lado de la ciudadanía, adoptando incluso posiciones incómodas —como tener que llamar la atención a los miembros de la Policía que en Bogotá han cometido excesos—, Duque tomó la decisión de encerrarse en el Palacio de Nariño para dedicarse a repetir el mismo discurso de lunes a viernes en un programa de televisión bastante aburrido y monótono.

Ambos defienden la institucionalidad, pero la diferencia de Claudia radica en que escucha los reclamos de la ciudadanía y de manera pública les da trámite a sus quejas, para que cualquier anomalía que se haya presentado no vuelva a repetirse. En cambio, Duque se inclina por delegar funciones, evitando reunirse con el colombiano de a pie.

Para colmo, los funcionarios del presidente Duque no han hecho mayor esfuerzo para que el trato entre el Gobierno nacional y el distrital mejore. Ya hemos visto que el director del Departamento Administrativo de la Presidencia, Diego Molano, da declaraciones como si ocupara una curul de oposición en el Senado de la República o en la Cámara de Representantes. Y ni hablar del comisionado de Paz, Miguel Ceballos, quien de manera extraña hizo algo que ni a Álvaro Uribe se le hubiera ocurrido, decir que las guerrillas estaban en Bogotá fraguando actos violentos, descalificando de paso al equipo del que hace parte, porque como todos sabemos el encargado del orden público es el presidente, y si la insurgencia está en la capital del país, las explicaciones las debe dar el primer mandatario. Gracias a Dios la ministra del Interior, Alicia Arango, tomó la sabia decisión de reflexionar y acudir al silencio.

Soy de los que cree que el presidente debe dialogar directamente con la alcaldesa de Bogotá, zanjar sus diferencias y encontrar el camino ideal que les permita trabajar en equipo y sacar adelante a la capital de la república. Dudo que el primer mandatario quiera trabajar al ritmo de Claudia, para eso se requiere un milagro del cielo, pero sí creo que es necesario encontrar una solución.

@sevillanoscar

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Carlos(92784)24 de septiembre de 2020 - 11:50 a. m.
El subpresidente tiene claro que una alcaldia exitosa de Claudia Lopez la catapulta a una candidatura presidencial , y seria una dura rival para el candidato de su tenebroso partido, el CD. Por esa razon y sin importarle la ciudadania bogotana quiere que a la alcaldesa le vaya mal.
  • william(51538)24 de septiembre de 2020 - 01:13 p. m.
    Por eso la gavilla que le hacen entre la pandilla del C. D. y otro, cuyo nombre no me atrevo a mencionar...
william(51538)24 de septiembre de 2020 - 11:45 a. m.
¿Todavía cree usted ingenuamente, señor Basto, que ese miserable mandadero del reo #1087985 es de los que se sienta a dialogar? Por favor. Dejemos la candidez. Duque es un despreciable alfil de la ultraderecha más cavernaria y criminal.
Federico(1641)24 de septiembre de 2020 - 11:13 a. m.
La gentuza del CD necesita sembrar cizaña por doquier… Hoy un enemigo, mañana otro y así… Y así dicen gobernar… Derramando sangre y esparciendo excrementos… Es lo único que los alimentan… La moral de los crápulas.
  • usucapion1000(15667)24 de septiembre de 2020 - 04:43 p. m.
    Así es Federico, los del C.D. son chulos ansiosos de despedazar sus presas para después blandirlas como trofeos de caza y símbolos de campañas electoreras de apaciguamiento de quienes, para ellos, solo son inservibles atenidos.
Camilo(03596)24 de septiembre de 2020 - 10:40 a. m.
Uribe y sus compinches no negocian con nadie que crean su enemigo. No negociaron con las FARC, ni con Santos ni, en ese momento, con la sociedad. No negociarán ahora, nos arrastran hacia la dictadura.
Julio(87145)24 de septiembre de 2020 - 04:40 a. m.
Óscar, no es prudente hacerse ilusiilusiones de un acercamiento. Son dos formas diametralmente diferentes de gobernar. Ella lo hace para la ciudad que la eligió incluyendo a todos aunque no la hayan votado. Duque, por el contrario, gobierna para los suyos, el cd (su caverna). No tiene la estatura que de él se esperaba.
  • usucapion1000(15667)24 de septiembre de 2020 - 04:38 p. m.
    El C.D. carece de cualquier estatura, es plano, farragoso y esteril, moral y socialmente hablando. Solo son matones esforzados, prontos para la masacre y el encubrimiento, figurones excecrables con un barniz licuoso de apariencia humana.
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