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Estoy seguro de que si el exministro de justicia Rodrigo Lara Bonilla presenciara los actos políticos de su hijo y heredero político Rodrigo Lara Restrepo, en lugar de orgullo y beneplácito, sentiría vergüenza y ganas de no salir ni a la puerta de su casa.
Si en algo se caracterizó el exministro Lara Bonilla, fue en su lucha frontal contra las mafias y rechazo total a toda ilegalidad vinculada a la política y la función pública en Colombia. Por esta causa fue asesinado por órdenes del narcotraficante Pablo Escobar Gaviria, y aunque es claro que padre e hijo son dos mundos distintos, no resulta lógico ver que su heredero político hace todo lo contrario, promoviéndolas y dándoles respaldo.
Sorprendió bastante ver la voltereta política del ahora director de Cambio Radical Rodrigo Lara Restrepo, quien meses atrás había rechazado la candidatura de Oneida Pinto y ahora la aplaude e invita a votar por ella, con la clara intención de asegurar el triunfo en el departamento, sumar gobernaciones y de paso ganarse el afecto de su jefe, el vicepresidente Germán Vargas Lleras.
Bonita manera de ganar afectos en lo política doctor Lara. Está visto que tuvo más pantalones su padre, quien no se dejó acorralar por cuestiones políticas y tenía la valentía de decir “No” cuando lo debía hacer.
Usted ha dicho públicamente “Los invito a votar por Oneida, votar por una mujer, votar por el Cambio que significa la unidad Guajira…que toda La Guajira de manera fervorosa, apasionada sincera y cariñosa la está apoyando”
Qué vergüenza doctor Rodrigo Lara, que usted, siendo el heredero de una persona intachable, se dedique a acolitar a la ilegalidad que se arropa en personas que no tienen investigación judicial, para seguir manejando los hilos del poder en algunas zonas del país.
Qué vergüenza doctor Rodrigo Lara, verlo a usted, haciendo lo que el exministro Lara Bonilla por cuestión de principio y ética, jamás haría.
Si este tipo de declaraciones hubieran salido de los labios de Álvaro Uribe, no nos extrañaría, al fin de cuentas el expresidente ya nos tiene acostumbrados a sus malas compañías. Pero de una persona que como usted, es víctima de la narcopolítica en Colombia, sorprende y bastante.
Como si no hubiese sido suficiente el escándalo que protagonizó en la campaña a la Cámara de Representantes en donde trató de utilizar el programa de las Cien Mil Viviendas Gratis del ministerio de Vivienda a su favor, hecho que fue denunciado en los medios de comunicación, cosa que tampoco haría su padre, hoy lo vemos defendiendo a los herederos de una mafia política que no solo se ha tomado al departamento de la Guajira, sino que además tiene atemorizada a la población.
Uno no se explica a dónde quiere llegar el congresista Lara Restrepo con esta particular manera de proceder, a través de la cual, no solo defiende lo indefendible, sino que además insulta a sus contradictores, haciéndoles señalamientos absurdos y salidos de toda proporción, como el que hizo sobre el columnista León Valencia en el programa radial Hora 20, en donde le acusó de supuestamente estar involucrado con la organización criminal de alias Don Berna, al igual que hizo con el senador Horacio Serpa, su más reciente blanco de dardos venenosos.
Los que conocieron a su padre, el exministro Lara Bonilla, no recuerdan procedimiento parecido en su vida pública. Pueda que haya tenido fuertes debates, pero nunca se atrevió a enlodar a alguno de sus contradictores sin prueba contundente alguna, y mucho menos lanzando insultos a diestras y siniestras a sus oponentes políticos, sin ningún tipo de objetividad y si más bien llevado por la pasión del momento como parece ser una constante en la vida de su hijo.
Está bien que usted quiera hacer nombre propio doctor Lara y ganarse el afecto de Vargas Lleras, pero en nombre de quienes recordamos el legado que nos dejó su padre, de cero tolerancia con la mezcla de mafia y política, le pido por favor tenga un poco de decoro y deje de protagonizar actos que francamente llenan de vergüenza.
