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El inicio de las actividades escolares trae consigo las constantes apariciones del ministro de Educación del momento, en este caso, de la doctora Gina Parody invitando a los colombianos a denunciar a los colegios privados que comentan excesos en las listas de útiles escolares que suelen pedir a los estudiantes.
La invitación a que se denuncien estos abusos de los colegios privados tiene cabida, porque está comprobado que a cada estudiante se le pide elementos de aseo, marcadores para tablero, útiles de oficinas como resmas de papel, etc., más un valor agregado en la matrícula que la mayoría de planteles llaman “Otros Gastos”, sin especificar de qué se trata, pero que el valor no baja de los $200.000.
El problema de esta invitación a denunciar, es que los resultados que se deben producir de parte del Ministerio de Educación y de las Secretarías de Educación, no se producen ni siquiera en el mediano plazo, sino que van más allá de los seis meses del año en que se da apertura de la investigación, y los padres de familia que acudieron al llamado se quedan sin saber en qué paró la cosa y, aunque no les guste, deben incurrir en costos excesivos.
Por lo anterior, quisiera aprovechar este espacio para pedirle a la ministra de Educación, Gina Parody, menos show mediático y más acciones contundentes en contra de los abusos de los colegios privados.
Hablemos con la verdad señora ministra. Desde hace más de cinco años, en los distintos medios de comunicación se vienen denunciando estos abusos en los planteles educativos. Si al día de hoy este tipo de prácticas continúan es porque el Ministerio de Educación y las Secretarias de Educación departamentales y municipales han sido incapaces de contenerlos y si no es así, la invito entonces a que nos muestre las cifras donde nos diga cuántos colegios han sido cerrados por cometer este tipo de excesos.
Aquí no valen los discursos ni las bravuconadas, señora ministra. Aquí lo que cuenta son los hechos contundentes, y estos hablan al día de hoy.
De nada vale que un padre de familia denuncie estos abusos si las acciones que se toman no son inmediatas, lo que hace que de todas maneras el niño o joven deba llegar el primer día de clases al colegio donde va a estudiar con un trapero, escoba, resma de papel, marcadores para tablero, bolsas de basura, etc., y que junto con la matricula se deba pagar la módica suma de más de $200.000, bajo el concepto de “Otros Gastos”.
La idea de que los padres de familia denuncien estos hechos señora ministra, es que no se deba pagar más de lo indicado por conceptos que no son claros y que estos no incurran en costosas listas, pero no en el año siguiente, sino de manera inmediata.
Esta situación no es nueva, se repite cada año, por tanto no es lógico que usted señora ministra aparezca en los medios de comunicación gritando y manoteando, cuando lo correcto es que se hubiesen trabajando con tiempo los correctivos para aplicar las sanciones de manera inmediata, cosa de que un padre de familia no se vea obligado a comprar elementos que no son precisamente para que sus hijos los utilice.
Es por esto, doctora Gina Parody, que yo le ruego el favor deje el show y reconozca que usted como ministra de Educación no activó a tiempo los mecanismos de control necesarios para que los colegios privados no sigan cometiendo este tipo de abusos y hoy vemos las consecuencias de la lentitud de su equipo de trabajo y su falta de visión a futuro para evitar estos hechos.
