La forma como se hace política no solamente en nuestro país, sino en todos los países del mundo, contraría la filosofía y la esencia en las que está fundamentada su concepto y su razón de ser. Lo anterior no es un secreto para nadie, y es por esto que muchas personas prefieren ignorarla y no prestarle ninguna atención.
Las malas prácticas en la política son tantas que ya se han vuelto comunes y desligarlas de esta es una lucha casi que imposible de lograr, al punto en que quienes la ejercen se ufanan de tener una vida impecable, negando lo que es evidente, mintiéndole a sus electores con tal seguridad, que en lugar de ganar rechazo popular, obtienen aplausos.
El partido Centro Democrático es el mejor ejemplo en Colombia de todo lo anterior, porque han hecho de la mentira su mejor arma en la política de nuestro país.
A ellos no les importa la ética, ni las buenas prácticas para lograr sus propósitos. Basta con que se inventen algo, lo repitan miles de veces en do mayor, con frases acompañadas de insultos para agitar las masas y despertar pasiones mal sanas en los ciudadanos, quienes llevados por el engaño se dedican a repetir como loros los mensajes que llegan a sus oídos, como por ejemplo, “Santos le entregó el país a las Farc”. Pregunto: ¿Las Farc están gobernando?; ¿Cuántas alcaldías tienen?; ¿Cuántas gobernaciones?; ¿Controlan el presupuesto público?
Hasta donde entiendo, con el proceso de paz lo que se logró fue quitarles el país a las Farc, es decir todo lo contrario, porque nadie puede negar que antes de la firma de la paz, esta guerrilla controlaba territorios, al punto en que nada se podía hacer sin su permiso. Hoy la realidad es otra, porque el grupo armado no tiene capacidad de manejo de las zonas donde hacía presencia, por lo que puedo concluir que la frase de los políticos y militantes del Centro Democrático es más bien un insulto a la inteligencia de los colombianos del común. Que pesar por quienes se dejan faltar al respeto de parte de los seguidores de Álvaro Uribe.
Para colmo de males, este partido político es manejado por el político en Colombia que durante su vida pública se ha rodeado de las peores amistades, al punto en que en cada cargo que ha ejercido (alcalde, gobernador, senador y presidente), ha sido señalada su gestión por los vínculos o relaciones que judicialmente se les comprobó a sus allegados y algunos de sus familiares, con el narcotráfico y el paramilitarismo, hecho que de paso le inhabilita para realizar cualquier tipo de señalamiento, porque le ha dejado sin autoridad moral.
Sin embargo, esto poco le importa ni a Uribe, ni a sus seguidores, tan es así, que a pesar de haber tramitado su reelección presidencial, mediante la compra de votos a congresistas para que cambiaran un articulito en la Constitución de Colombia, resultan convocando una marcha contra la corrupción, cuando él, como primer mandatario, se benefició de hechos de corrupción para continuar durante cuatro años más en el poder. ¿Qué tal esto?
Aún así, Uribe y sus amigos señalan a sus contrarios de corruptos, de amigos de la ilegalidad, etc., cuando el único que ha sido cercano a quienes han tenido relaciones con la mafia es el expresidente y jefe del Centro Democrático.
El hoy senador y expresidente tiene la aspiración de regresar al poder en cuerpo ajeno y asegura que su primer objetivo es meterle la mano a los Acuerdos de Paz con las Farc, no sé si de manera parcial o total como sí les gustaría a Fernando Londoño y Alejandro Ordóñez, promesa con la que ganan aplausos a donde quieran que van, claro está que sin decir que esto es otra de sus mentiras, porque nadie en sus cinco sentidos que llegue a la presidencia en el 2018, se atrevería a reversar lo logrado en materia de paz para desatar una guerra que se le saldría de las manos.
Yo también tengo la ilusión de que algún día no muy lejano el Centro Democrático retire la mentira de su manual de procedimiento.
Cambiando de tema, mi solidaridad con el colega de Noticias Uno Julián Martínez a quien el expresidente Uribe quiere amedrentar y callar con más de sus tantas mentiras.
La forma como se hace política no solamente en nuestro país, sino en todos los países del mundo, contraría la filosofía y la esencia en las que está fundamentada su concepto y su razón de ser. Lo anterior no es un secreto para nadie, y es por esto que muchas personas prefieren ignorarla y no prestarle ninguna atención.
Las malas prácticas en la política son tantas que ya se han vuelto comunes y desligarlas de esta es una lucha casi que imposible de lograr, al punto en que quienes la ejercen se ufanan de tener una vida impecable, negando lo que es evidente, mintiéndole a sus electores con tal seguridad, que en lugar de ganar rechazo popular, obtienen aplausos.
El partido Centro Democrático es el mejor ejemplo en Colombia de todo lo anterior, porque han hecho de la mentira su mejor arma en la política de nuestro país.
A ellos no les importa la ética, ni las buenas prácticas para lograr sus propósitos. Basta con que se inventen algo, lo repitan miles de veces en do mayor, con frases acompañadas de insultos para agitar las masas y despertar pasiones mal sanas en los ciudadanos, quienes llevados por el engaño se dedican a repetir como loros los mensajes que llegan a sus oídos, como por ejemplo, “Santos le entregó el país a las Farc”. Pregunto: ¿Las Farc están gobernando?; ¿Cuántas alcaldías tienen?; ¿Cuántas gobernaciones?; ¿Controlan el presupuesto público?
Hasta donde entiendo, con el proceso de paz lo que se logró fue quitarles el país a las Farc, es decir todo lo contrario, porque nadie puede negar que antes de la firma de la paz, esta guerrilla controlaba territorios, al punto en que nada se podía hacer sin su permiso. Hoy la realidad es otra, porque el grupo armado no tiene capacidad de manejo de las zonas donde hacía presencia, por lo que puedo concluir que la frase de los políticos y militantes del Centro Democrático es más bien un insulto a la inteligencia de los colombianos del común. Que pesar por quienes se dejan faltar al respeto de parte de los seguidores de Álvaro Uribe.
Para colmo de males, este partido político es manejado por el político en Colombia que durante su vida pública se ha rodeado de las peores amistades, al punto en que en cada cargo que ha ejercido (alcalde, gobernador, senador y presidente), ha sido señalada su gestión por los vínculos o relaciones que judicialmente se les comprobó a sus allegados y algunos de sus familiares, con el narcotráfico y el paramilitarismo, hecho que de paso le inhabilita para realizar cualquier tipo de señalamiento, porque le ha dejado sin autoridad moral.
Sin embargo, esto poco le importa ni a Uribe, ni a sus seguidores, tan es así, que a pesar de haber tramitado su reelección presidencial, mediante la compra de votos a congresistas para que cambiaran un articulito en la Constitución de Colombia, resultan convocando una marcha contra la corrupción, cuando él, como primer mandatario, se benefició de hechos de corrupción para continuar durante cuatro años más en el poder. ¿Qué tal esto?
Aún así, Uribe y sus amigos señalan a sus contrarios de corruptos, de amigos de la ilegalidad, etc., cuando el único que ha sido cercano a quienes han tenido relaciones con la mafia es el expresidente y jefe del Centro Democrático.
El hoy senador y expresidente tiene la aspiración de regresar al poder en cuerpo ajeno y asegura que su primer objetivo es meterle la mano a los Acuerdos de Paz con las Farc, no sé si de manera parcial o total como sí les gustaría a Fernando Londoño y Alejandro Ordóñez, promesa con la que ganan aplausos a donde quieran que van, claro está que sin decir que esto es otra de sus mentiras, porque nadie en sus cinco sentidos que llegue a la presidencia en el 2018, se atrevería a reversar lo logrado en materia de paz para desatar una guerra que se le saldría de las manos.
Yo también tengo la ilusión de que algún día no muy lejano el Centro Democrático retire la mentira de su manual de procedimiento.
Cambiando de tema, mi solidaridad con el colega de Noticias Uno Julián Martínez a quien el expresidente Uribe quiere amedrentar y callar con más de sus tantas mentiras.