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El doble discurso de Duque y su partido

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Óscar Sevillano
22 de octubre de 2021 - 05:00 a. m.
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Si la eliminación de la Ley de Garantías se hubiese dado en el gobierno de Juan Manuel Santos, en medio de una campaña electoral, no me cabe la menor duda de cuáles serían los fuertes señalamientos por corrupción y clientelismo que en su contra habría desatado el Centro Democrático. Pero como fue un hecho que se presentó durante la presidencia del ungido por Álvaro Uribe Vélez acudieron al silencio, votando positivamente la iniciativa, sin indignarse ni llamar a una nueva marcha en contra de la corrupción como la del 1° de abril de 2017, convocada por ellos mismos.

Una vez más se configuró la demostración de esos discursos llenos de hipocresía y falsedad que han decepcionado a más de un colombiano del común y por los cuales se podría dar un voto de castigo al Centro Democrático en las próximas elecciones presidenciales.

¿Qué pasó con el Iván Duque que como senador escribió el trino “Hay cosas que el dinero no puede comprar. Una de ellas eliminar la ley de garantías. El país está indignado con esta propuesta politiquera”?

¿Qué acaso la politiquería que el senador Iván Duque le criticó al entonces presidente Juan Manuel Santos, se ve muy elegante en el presidente Iván Duque? ¿Desde cuándo los riesgos por corrupción son hermosos cuando los crea el Centro Democrático? ¿Volverán a convocar a una nueva marcha, indignados por el clientelismo y la politiquería que se conforman desde el Gobierno Central?

La eliminación de la Ley de Garantías, cuando estamos a la puerta de unas elecciones tanto a Senado como a Cámara de Representantes, fue una actuación de parte del Gobierno Nacional de total desfachatez y descaro, porque sabe muy bien que tramitar un cambio en una ley estatutaria a través de una ley ordinaria es ilegal y que por tanto se puede caer en la Corte Constitucional. Pero hay que ser realista, el primer mandatario tiene claro que cuando esto suceda, ya el será expresidente y los congresistas que aprovecharon el cambio para comprar votos a partir de puestos y contratos, estarán reelegidos en el cargo y si la Corte Suprema de Justicia los condena: de malas, allá ellos, al fin de cuentas, ¿quién los mandó?

También es claro que aquí participaron congresistas de los partidos conservador, liberal, Cambio Radical y la U, quienes no podían perder de la oportunidad que les brindó el ejecutivo, que de paso les asegura unos cuantos voticos pero no solo a ellos, también al candidato del partido de gobierno, por algo será que el líder principal de esta casa política no se opuso así como tan radicalmente.

Es una lástima que un tema que se pudo debatir con la mayor seriedad y responsabilidad, no se dio por cuenta del afán de satisfacer el apetito burocrático y clientelista de una clase política que ha devorado los recursos públicos dando rienda suelta a sus intereses particulares.

Estoy de acuerdo en que era necesario modificar esta ley pero no de esa manera y mucho menos en época electoral. Lo lógico era que en su aprobación se establecería que su implementación se diera a partir de las elecciones de 2023, es decir, luego de que se prepare al sistema para jugar en las próximas competencias electorales en el país, sin que estas se presten para jugaditas o triquiñuelas.

Qué pesar que Iván Duque no haya demostrado en su período de gobierno que era diferente y que se puede ejercer un mandato, sin prestarse a la politiquería que tanto daño le ha hecho al país. Aun así, continúa dando discursos de transparencia y buen manejo de lo público, al igual que su partido que demostró que su actuar no dista mucho de las malas prácticas que rechazó con indignación durante el período de Juan Manuel Santos pero que ahora de la noche a la mañana y por arte de magia, las convirtieron en buenas y sanas prácticas.

En pocas palabras, el Centro Democrático demostró que para ellos, los pecados son malos cuando los cometen otros, y buenos cuando son ellos quienes los practican.

@sevillanoscar

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jose(71349)23 de octubre de 2021 - 04:50 p. m.
El columunista olvida premetidamente dos cirunstancias la primera que venimos de una pandemia y se necesita mayor gasto del gobierno para incentivar la economia, la otra no hay reeleccion. Por supuesto que va haber corrupcion pues este pais sin eso no puede moverse es un hecho demostrado por la evidencia empirica.
Alvaro(sa3gs)23 de octubre de 2021 - 02:10 p. m.
Esto encarta blanca llama hipocresía.
Magdalena(45338)23 de octubre de 2021 - 04:46 a. m.
El cinismo y corrupción con que se ejerce el poder es una doble humillación para la ciudadanía que cree en estos estúpidos líderes a pesar de su moral y ética tan bajas.
Wilson(f5y1z)22 de octubre de 2021 - 07:29 p. m.
Tal cual !!. Súmele a Ivan Duque y su partido la doble moral, el doble discurso, la deshonestidad y en particular del mal llamado presidente de Colombia, su incompetencia y poca preparación para ser el presidente de nuestro país, le quedo grande , 4 años perdidos.
  • Amparo(26182)22 de octubre de 2021 - 08:05 p. m.
    De acuerdo con su comentario, Wilson. "Desfachatez y descaro" dice el columnista, eso es lo que Duque ha practicado en estos "cuatro años peridos".
  • Amparo(26182)22 de octubre de 2021 - 08:00 p. m.
    De acuerdo con su comentario, Wilson. "Desfachatez y descaro" dice el columnista, eso es lo que Duque ha practicado en estos "cuatro años peridos".
Aquileo(2715)22 de octubre de 2021 - 06:33 p. m.
De la dialéctica de la yuca de Rojas Pinilla pasamos a la del tamal, la teja, el bulto de cemento, el pollo asado y el billetico de 50.
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