Homenaje a las mujeres menopáusicas

El pasado domingo 3 de marzo, por invitación de la actriz Marta Liliana Ruiz, tuve la oportunidad de disfrutar de la obra de teatro Caliente, caliente: el show de las menopáusicas, en donde cuatro mujeres cuentan cómo fueron sus primeros días al entrar en esta etapa en la vida del género femenino, y cómo, a pesar de no estar preparadas, debieron no solo asumirla, sino además continuar con sus actividades normales como esposas, madres, amas de casa y profesionales.

Muchas mujeres sienten temor de llegar a la menopausia (etapa en la vida del sexo femenino que se caracteriza porque los periodos de la menstruación desaparecen y se inicia la transición entre el periodo fértil y la vejez).

Durante este tiempo los repentinos cambios de ánimo son frecuentes, lo mismo que la ansiedad por el miedo a padecer una situación bochornosa como salir a la calle, sentir calor y sudar excesivamente, sin que necesariamente sea provocado por una fuerte temperatura en el clima. La falta de sueño se hace frecuente, lo que hace a las mujeres mucho más irritables, generándoles problemas para concentrarse en sus oficios diarios, olvidos y confusión con los nombres de sus hijos o de las personas cercanas.

Estos sucesos, narrados por las actrices Maru Yamayusa, María Irene Toro, Ana Cristina Botero y Marta Liliana Ruiz, son las historias de miles de mujeres que ingresan a este ciclo y que no solo deben continuar con sus vidas como si nada estuviese pasando, sino que además deben enfrentar las enfermedades que llegan con el paso de los años, y que en algunos casos les generan enormes retos, como el cáncer de seno, el cáncer de cuello uterino, etc.

Por espacio de dos horas, este grupo de artistas cuentan con humor y picardía algunas de sus vivencias, porque al igual que el resto de las mujeres en el mundo entero también padecieron de mal humor, olvidos repentinos, horas de insomnio, etc., y enseñan a quienes acuden a disfrutar del espectáculo que esto no es sino una situación que se debe vivir con total normalidad, sin que se altere el normal desarrollo de sus jornadas diarias.

Comprendí entonces el valor que tiene una mujer cuando su vida llega a esta etapa y el mal que se causa cuando se hacen comentarios en tono de burla, haciendo referencia al mal temperamento, lo mismo que los fuertes calores que sienten.

Que, además, los hijos nos comportamos de manera injusta con ellas porque tomamos como excusa su mal temperamento para alejarnos, y en algunas ocasiones los esposos, que también ingresan a una etapa parecida, suelen comportarse como quinceañeros y comienzan a buscar amores extramatrimoniales con mujeres de menos de 30 años. Sin darnos cuenta les causamos daño en lugar de comprenderlas y darles el apoyo necesario.

En efecto, es aquí cuando se debe valorar mucho más a una mujer, que no solo debe continuar al frente de los quehaceres diarios de sus casas, sino además seguir pendiente de sus hijos y su esposo. La cosa puede ser más complicada cuando además de lo anterior trabajan para ayudar al sostenimiento de sus hogares.

Luego de haber visto esta maravillosa de obra de teatro que este año cumple su tercera temporada, pude concluir que todas las mujeres al llegar a esta etapa se convierten en verdaderas heroínas, porque según lo expuesto por las protagonistas esto no se acepta con facilidad. De hecho, conversando con Maru Yamayusa, me contó que en una ocasión, al terminar una presentación, una de las asistentes al show se les acercó y les reveló “que estaba pensando en el suicidio porque se encontraba en la etapa de la menopausia y sentía depresiones fuertes al verse gorda, con calores y cambios emocionales repentinos, pero que, al verlas, se restauró de tal manera que salió renovadísima a continuar con su vida”.

Mañana viernes celebraremos el Día Internacional de la Mujer. Mi homenaje es para aquellas mujeres que han ingresado a la etapa de la menopausia y que continúan con sus vidas, ejerciendo las labores diarias en sus lugares de trabajo, de donde salen para sus casas para seguir al frente de sus hijos y atender a sus esposos.

Todo mi respeto y mi admiración a las mujeres, especialmente para aquellas que hoy llegaron a la etapa de la menopausia y deben demostrar mucho más coraje para enfrentarse a un nuevo momento de sus vidas en el que algunas creen perder valor, cuando en realidad es todo lo contrario.

Mis felicitaciones a las protagonistas de este excelente show, que por estos días se presenta todos los domingos en el Teatro Belarte en Bogotá.