Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
Antes de pensar en la cantidad de proyectos de ley que se van a radicar, senadores y representantes deberían tener en cuenta la calidad y la utilidad que estos le han de prestar a la Nación.
Hemos visto en los últimos días un desfile de congresistas en las secretarías de Senado y Cámara anunciando felizmente X o Y cantidad de iniciativas. Caso particular, la senadora Angélica Lozano, quien dijo en un video divulgado en sus redes sociales, que junto con su bancada presentaron un total de 50 proyectos.
Mejor sería que pensaran en una sola idea que sea interesante y que esté pensada en las necesidades del país y no tanto en la tarima de su autor o coautor.
El país se prepara para intensos debates de proyectos de ley y de actos legislativos que serán presentados por el gobierno del presidente Gustavo Petro a consideración del Congreso de la República, que, por lo complejo de los temas, demandarán mucho tiempo de análisis y discusiones como para seguir en la equivocada tarea de convertir al Capitolio Nacional en una fábrica de normas, muchas de ellas inútiles y otras de difícil implementación.
Con que se presente una o dos, bien estudiadas y que protejan a todos los colombianos, ―no importa el tema que trate― es suficiente. Un congresista no es bueno o malo de acuerdo por el número de leyes que ponga a consideración del legislativo. La calidad la hace la importancia de sus proyectos y la argumentación de sus debates de control político.
Estoy seguro de que si los senadores y representantes dedicaran gran parte del tiempo a construir menos leyes, tendrían más espacios para analizar los temas del país y realizar un mayor número de debates de control político al Gobierno Nacional.
El Senado y la Cámara se deben concentrar en proyectos como la reforma tributaria, reforma al Congreso y reforma a la Policía, que son temas demasiado complejos y que demandan mucho tiempo de análisis y estudio. No es posible que no caigan en la cuenta de que no pueden distraer la atención de las plenarias y comisiones en discusiones de temas menores, porque hay personajes en el legislativo ―amantes de la extravagancia― que creen que Colombia los va a admirar solo porque radican 30 o 50 iniciativas, que vaya uno a saber si son útiles o no.
Llego el momento en que los senadores y representantes piensen en la calidad de los proyectos de ley y no en la cantidad, porque un congresista no es bueno solo porque radique más de 40 iniciativas en un solo día.
