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La analista Claudia López versus la alcaldesa Claudia López

Óscar Sevillano
16 de septiembre de 2022 - 05:00 a. m.

La presencia de organizaciones criminales en Bogotá no es una cosa nueva. Basta recordar que en 2011 la entonces analista política e investigadora académica, Claudia López, preguntó durante la presentación del libro Mercados de la Criminalidad en Bogotá, escrito por los actuales congresistas Ariel Ávila y Olga Lucía Velásquez, “¿sí Corabastos es para Bogotá lo que es la Oficina de Envigado para Medellín?”

La entonces investigadora y analista política, hizo la pregunta, haciendo referencia a lo que representaba Corabastos para las organizaciones criminales dedicadas al mercado de las drogas ilegales y el tráfico ilegal de armas en Colombia.

En ese momento quedó claro que las organizaciones criminales actuaban en Bogotá y que la capital del país no estaba blindada del conflicto armado y del narcotráfico. Fue precisamente en ese momento cuando se supo, gracias a una denuncia del hoy senador Ariel Ávila en Caracol Noticias, que el mercado de las drogas ilícitas había llegado a los colegios de la ciudad y, además, lo que realmente era la llamada “Calle del Bronx”.

¿Por qué en ese entonces, Claudia López, como investigadora y analista política, denunciaba todo un mercado criminal organizado en Bogotá, y ahora como alcaldesa lo reconoce de manera muy tímida?

Si Bogotá quiere hacerle frente al crimen organizado que actúa en las diferentes localidades, es claro que no se puede referir al tema como si se tratara de delincuencia común. Lo primero que debe es hacer es hablarle con sinceridad a la ciudadanía del problema que en esta materia hay en la capital y que puede empeorar si no se lo trabaja de la mano de sus habitantes, pero con profesional de seguridad destacado en el área.

No reconocer que en Bogotá existe la criminalidad organizada y que esta tiene nexos con el narcotráfico y mercado ilegal de armas, fue lo que hicieron los alcaldes Enrique Peñalosa, Gustavo Petro, Samuel Moreno, Luis Eduardo Garzón y Antanas Mockus, dejándolo pasar de agache y ahora, este no solo mutó, mezclándose con violencias extranjeras, sino que además creció y se dispersó por toda la capital. Por supuesto, las consecuencias de este error son lo que estamos padeciendo en la actualidad.

No es la primera vez que aparecen cadáveres en las localidades, esto viene ocurriendo de tiempo atrás y Peñalosa negó en su momento que se tratara de crimen organizado, a pesar de que en su momento se encontraron cuatro cuerpos desmembrados y, además, negó la existencia de casas de pique o centros de tortura, muy a pesar de que en el Bronx existían casas de tortura.

Hoy el tema es tan evidente que no se lo puede negar y reconocerlo y perseguirlo es el camino, pero deje la timidez y hágalo valientemente como es usted, alcaldesa Claudia López.

 

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