La investigación de Iván Duque en la Comisión de Acusaciones

Puede que el representante a la Cámara David Racero tenga las mejores intenciones al instaurar una demanda en la Comisión de Acusaciones de la Cámara de Representantes para que se investigue si es cierto que para la elección de Iván Duque se acudió a la compra de votos en la costa atlántica. El problema es que, por los resultados que hasta el momento arroja el trabajo que realiza esta célula legislativa, desde ya se puede vaticinar lo que va a suceder: nada.

Es fácil saber que la apertura de investigación que se anunció en días pasados es parte del show mediático que acostumbra a realizar nuestra clase política, pero es claro que no habrá ningún resultado al respecto.

Esta célula legislativa es integrada por dos representantes conservadores, tres de Cambio Radical, cuatro del Centro Democrático y uno del Partido de la U. Todos estos partidos hacen parte de la coalición de gobierno formando mayorías. La oposición hace presencia con dos representantes de la Alianza Verde y la “colaboración constructiva con independencia crítica” es ejercida por el Partido Liberal.  

Con esta composición donde la balanza se inclina a favor del primer mandatario, puede uno imaginarse que la labor investigativa no llegará ni si quiera a la mitad del camino.

En momentos en que el Gobierno Nacional abre la puerta para que la mermelada sea el idioma con el que se ha de entender con el legislativo, es difícil pensar que los representantes que integran la Comisión de Acusaciones actuarán con independencia y cumplirán con su labor como corresponde. Por tanto, podría calificar la actitud del también congresista David Racero como ingenua,  porque él más que nadie ha de saber que su denuncia servirá únicamente para los titulares en la prensa.

Además, se debe tener en cuenta que ningún partido político de la coalición de Duque y de los que se consideran como tradicionales, que hayan obtenido votos en la costa atlántica, en donde, según las declaraciones de Aída Merlano, no se logran si no es a cambio de algo, no pondrán en riesgo su clientela electoral por cuenta de demostrar una independencia del Gobierno Nacional que les puede costar puestos, contratos y demás.

Que el representante David Racero y sus seguidores no piensen entonces que una investigación de este tipo puede arrojar los resultados que esperan, porque insisto, nada ocurrirá. Ni siquiera se puede esperar que el tema se asuma desde la Fiscalía General de la Nación, a pesar de lo delicado, porque su máximo representante ya dijo de forma muy tajante que no lo hará.

Cambiando de tema, aunque a muchos no les guste la idea, hay que reconocer que al interior del gremio ganadero hay víctimas del conflicto y que es necesario escuchar la verdad que tienen por contar.

@sevillanoscar