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El día que conocí al representante Mauricio Toro y escuché su discurso en el que mostraba su preocupación por un sector al que muy pocos le apuestan, es decir a los pequeños emprendedores, supe que no estaba tratando con uno de esos politiqueros que se pegan del primer tema que les suena bonito para llamar la atención y obtener su elección a determinado cargo.
Con el tiempo comprobé que su deseo de ayudar a crear escenarios en materia legislativa que impulsen las ideas de negocios del colombiano del común es real. No solo porque las conoce, sino además porque viene de ser emprendedor y por tanto conoce todos los obstáculos que se encuentra una persona cuando no desea ser empleado y quiere sacar adelante su pequeña iniciativa empresarial.
Me sorprendió además su historia de vida: saber que desde niño ayudaba con los ingresos en su hogar vendiendo alcancías en guadua que él mismo hacía y que además le enseñaron a planificar en qué iba a gastar cada peso que conseguía; que es un trabajador incansable y que a todo momento está pensando en lo que hará el día de mañana, qué proyecto de ley va a redactar y el sentido en que dirigirá las ponencias que debe presentar.
Me llamó la atención, además, que mientras la mayoría de sus colegas atendieron a las sesiones de las comisiones y plenarias desde la virtualidad, Mauricio asistió al recinto de la Cámara de Representantes como muestra de que no estaba de acuerdo con que el legislativo no buscara la manera de trabajar desde las instalaciones del Congreso de la República.
Se necesitan personas que les demuestren a los colombianos que al poder legislativo se llega a trabajar y no a calentar una silla o a buscar una posición dominante para hacerse a contratos a través de terceros.
Por lo anterior, estoy seguro de que su reelección en la Cámara de Representantes será algo más que merecido, una oportunidad para que Bogotá siga contando con una buena representación en la corporación y para que en el nuevo período le demuestre a la ciudad que al interior del Congreso de la República hay quienes se preocupan por ella y están dispuestos a trabajar en sus temas, sin disputarle esta labor a los concejales.
Bogotá necesita de personas trabajadoras como Mauricio Toro, que defiendan sus asuntos ante el Gobierno Nacional y que le exijan cumplimiento con los compromisos que este asume con la administración distrital. Es por esto que quisiera pedirle al congresista incluir mucho más a los problemas de la capital en el paquete de temas en los que trabaja y frente a los cuales hace control político al presidente Duque.
La capital del país no puede continuar adoleciendo de congresistas que peleen por ella desde el órgano legislativo, y es esta la oportunidad para que Mauricio demuestre que puede ejercer esta labor de defensa de la ciudad, ante un Gobierno Nacional que le utiliza como instrumento de oposición a la alcaldesa Claudia López.
Vendrá un nuevo período en el legislativo, durante el cual sé que continuará dando lo mejor de sí, demostrando que cuando se quiere, se puede. Así es que no se hable más, es Mauricio Toro, y punto.
