Para lo único que sirvió la entrevista a la ministra de Trabajo Clara López en el diario El Tiempo el pasado domingo, es para dejarnos sin ninguna duda de que así como sucede con más de un personaje del gabinete de Gobierno de Juan Manuel Santos, para esta funcionaria, lo primero es pensar en su campaña presidencial y en segundo lugar, su labor en el ministerio.
En momentos en los que es necesario pensar y planificar proyectos que ayuden a implementar una paz estable y duradera, lo menos que uno espera es que buena parte del gabinete ministerial y demás funcionarios de alto nivel del Gobierno Nacional, estén pensando en una campaña presidencial o a Congreso de la República, en lugar de concentrarse en su labor.
Todos sabemos que hay ministros y funcionarios de alto nivel en el Gobierno Nacional con aspiraciones presidenciales, al Congreso de la República o con la intención de apoyar o ayudar en alguna campaña. Si es así, perfecto están en todo su derecho, pero entonces, por respeto a los colombianos que pagamos los impuestos con los que se les paga no solo sus altísimos salarios, sino además los recursos con los que hacen proselitismo, renuncien desde ya, así de paso a los colombianos nos queda claro que hablan en función de una causa propia y no como candidato con disfraz de ministro o de alto funcionario de Estado.
En los últimos actos públicos en los que interviene Germán Vargas Lleras por ejemplo, uno no sabe si habla el vicepresidente o si habla el candidato a la presidencia. Lo mismo sucede en el caso de Clara López, David Luna, Mauricio Cardenas, etc.
Por otro lado, el país requiere ministros y funcionarios de Estado, dedicados día y noche a trabajar no solo en lo que tiene que ver con las funciones propias de cada entidad, sino además en la implementación de los Acuerdos de Paz, porque si no se pone voluntad para que los guerrilleros que se desmovilizan, tengan las condiciones dignas para permanecer en una vida sin armas, todo el esfuerzo que se hizo para ponerle fin a las Farc como grupo armado ilegal, va a fracasar y será imposible además, ponerle fin a la confrontación con el ELN.
Todo esto debería tenerlo en cuenta el presidente Santos, para no solo pedir la renuncia de quienes tienen aspiraciones políticas, sino exigirla con voz de mando y así nombrar en cada cartera unos ministros y directores de entidades descentralizadas que se dediquen exclusivamente a sus funciones, sin el temor de que existan causas propias que les puedan distraer de sus tareas.
Repito, esto se logra con voz de mando y no mediante discursos llenos de tibieza presidente Santos. Colombia no necesita funcionarios en campañas políticas, por eso quienes tengan esas intenciones, deberían irse ya.
Cambiando de tema, ¿Simón Gaviria posible fórmula a la vicepresidencia de Germán Vargas Lleras? Bien dicen que la política hace extrañas parejas.
@sevillanojarami