Siempre he pensado que es necesario dar reconocimientos al talento actoral en nuestro país, lo mismo que a la industria de la televisión, que ayuda a mover positivamente nuestra economía, y nos brinda un poco de entretenimiento que buena falta sí nos hace. El problema es cuando no se les otorgan a producciones de nuestra pantalla chica que nos llenan de orgullo, porque tienen en cuenta mucho de nuestra cultura e idiosincrasia, sino a las que muestran todo lo negativo que hay en nuestra sociedad, como por ejemplo Sin senos sí hay paraíso.
Por lo anterior, no me extraña que los pasados Premios TVyNovelas versión 2018, entregados a finales de septiembre, hayan pasado sin pena ni gloria. Basta con saber que Sin senos sí hay paraíso fue el que arrasó con la mayoría de estatuillas, para una vez más llegar a la conclusión de que estos galardones no reflejan en nada lo que gusta a los televidentes colombianos.
Mejor serie o telenovela, mejor protagonista femenina (Carmen Villalobos), protagonista masculino (Fabián Ríos), actriz de reparto (Catherine Siachoque), actor de reparto (Roberto Manrique), actriz revelación (Stephanía Duque), actriz antagonista (Majida Issa), actor antagonista (Gregorio Pernía), tema musical (Estar contigo), libretista (Gustavo Bolívar), director (Herney Luna y Édgar Bejarano). En pocas palabras, según los premios TVyNovelas, el secreto del éxito en calidad y contenido está en las tetas, no importa que no se llegue al paraíso.
No discuto el que esta producción, muy al estilo de Telemundo, hecha para Telemundo, tenga un buen rating. La hora en que se transmite fácilmente lo permite, pero me pregunto, ¿qué sucedió con producciones que muchos colombianos han seguido como La mamá del 10, Tarde lo conocí, Nadie me quita lo bailao, La nocturna, Garzón vive, Hilos de sangre azul, para no merecer ni un solo galardón?
No me vengan a decir que el papel interpretado por la actriz Karent Hinestroza en La mamá del 10 o el de Luna Baxter en Tarde lo conocí no merecían ni un solo reconocimiento y que están por debajo de la actuación de Carmen Villalobos en Sin senos sí hay paraíso. No puede ser que la idea sea escoger la producción que más rating genere, por encima de la calidad en el contenido. Si esta es la manera como se califica, ya entiendo por qué The Susos Show, que es un programa de humor bastante sonso y soso a la vez, resulta también ganador.
Estoy de acuerdo en que la televisión colombiana merece tener reconocimiento. En esta medida, actores y productores esperan con ansias conocer los nombres de los ganadores como resultado de su trabajo, por tanto no es posible que se premien temas que en primer lugar no corresponden, ni divulgan nada de nuestra idiosincrasia y cultura, y que, en segundo lugar, dejan mucho que pensar del colombiano. Con razón hay quienes añoran lo que se hacía en el pasado.
Puede que el trasfondo de Sin senos sí hay paraíso contenga denuncia social, pero creo que tanta exposición de ese tipo de producciones, sumadas a una Piloto, Reina del flow, Esquina del diablo y Señor de los cielos, hacen que nuestra pantalla chica se haya convertido en una especie de narcotelevisión, donde el mensaje que se deja al público espectador, es que no importan los métodos, con tal de llenarse los bolsillos de plata, y que solo estos productos son los que vale la pena premiar, pasando por encima de lo que en realidad gusta.
No faltará el que discuta con el argumento de que “son los televidentes quienes con su voto escogen a los ganadores y que la organización no tiene nada que ver”. Si es así, la conclusión es que ni en la televisión escogen bien las mayorías, porque para mí es claro que la pasada entrega de los premios TVyNovelas deja una gran decepción. Pero también hay que tener en cuenta algo y es que son narconovelas y prostinovelas lo que se vende al público espectador y, no teniendo de donde más escoger, opta por votar por este tipo de productos.
Puede que el público de Miami esté contento, falta ver qué tan satisfecho está el de Colombia.