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Desde que Daneidy Barrera (Epa Colombia) saltó a la fama y de manera extraña logró un rápido crecimiento económico se ha dedicado a desafiar al mundo entero, por esto al menos para mí no es extraño que busque reuniones con políticos tipo Álvaro Uribe. Sin embargo, me invade una curiosidad: ¿quién la asesora tan mal?
Entiendo las razones de Epa Colombia para apoyar el Proyecto de Ley de Segundas Oportunidades que impulsa la congresista Katherine Miranda, al fin de cuentas, Daneidy cometió un delito al vandalizar una estación de Transmilenio, que es un bien de servicio público de Bogotá por lo que está a la espera de una decisión final por parte de la justicia, quien está en mora de decidir si ratifica la condena o no.
El hecho delictivo le valió a la influencer el rechazo de gran parte de la opinión pública y aunque muchos consideran que la pena impuesta fue exagerada, todavía no se deciden en darle la segunda oportunidad que tanto pide.
Es por esto que me cuesta entender cómo en lugar de buscar a la ciudadanía para demostrar mediante acciones positivas “su arrepentimiento”, se acuda a personajes políticos, que no importa quien sea, siempre van a causar polémica y división.
¿Quién le dio ese consejo o asesoría? Lo que es peor, quién le sugirió defender su reunión con el expresidente Uribe, argumentando que su emprendimiento está amenazado y que esta fue la razón para buscarlo.
¿De dónde saca que para hacer las cosas bien se necesita de la capa protectora de determinado político? Con qué autoridad entonces les aconseja a las demás mujeres luchar por una idea de negocio, si con sus actos da a entender que para lograr tal fin, es necesario tener un padrino, y lo que es peor, un padrino político.
Al parecer a Daneidy no le bastó con grabar un video acabando con una estación de Transmilenio, actuando como toda una delincuente, como para que ahora destruya los sueños de miles de mujeres en Colombia que buscan salir adelante con sus iniciativas, enviándoles el mensaje subliminal de que las palancas políticas son estrictamente necesarias para sostener una idea de negocio.
¿Dónde deja Epa Colombia la lucha que se debe dar por las ideas y las ganas de salir adelante? ¿En dónde queda el trabajo que miles de mujeres dan todos los días de su vida para demostrar que sus ideas merecen ser escuchadas y valen la pena? ¿En dónde deja los méritos que tienen muchas mujeres y que no se les debe ni se les puede supeditar a la ayuda de un político? ¿Dónde están sus asesores que no le hacen caer en cuenta la torpeza con la que actúa?
El día que Daneidy Barrera visitó el Congreso de la República, en mi oficio de periodista me le acerqué para preguntarle temas relacionados con su idea empresarial y su crecimiento como persona, a lo que ella me pidió que hablara con Fernando, su jefe de prensa. Acto seguido, me dirigí hacia él, quien me respondió que por el momento no estaban dando entrevista, porque no querían que los periodistas le preguntaran ‘maricadas’, por supuesto entré en cólera y pedí respeto para mí y para mi trabajo.
Si estas son las personas que asesoran a Epa Colombia, no es difícil imaginar la razón por la que acude a una cita con un dirigente político, en lugar de demostrar que es con esfuerzo y lucha como se sale adelante y como se demuestra que en realidad se merece una oportunidad.
Si así es como Epa Colombia pretende que los colombianos del común le vuelvan a mirar y le brinden su afecto, solo va a conseguir todo lo contrario. Mi querida Epa, si sus asesores no se lo han hecho ver, le recomiendo que los cambie, porque está visto que no le están ayudando, pero en nada.
@sevillanojarami
