En 2014, la Comisión de Regulación de Comunicaciones (CRC), mediante la Resolución 4444, ordenó desligar el costo de los teléfonos celulares del valor de las llamadas y los paquetes de datos.
Hoy, gracias a la brillante gestión del ministro de las TIC David Luna, a favor no del usuario, sino de las empresas operadores de servicio de telefonía móvil, los colombianos nos podemos ver obligados a regresar a las cláusulas de permanencia con la telefonía celular.
Hace mucho no se veía que un alto funcionario de gobierno, en este caso un ministro, se mostrara a favor de trabajar de manera bastante abierta a favor de las empresas privadas, en este caso las que prestan el servicio de operación de servicio de telefonía celular.
Curioso en una persona que viene de prestar sus servicios como Alto Consejero para las Regiones. Se supone que este trabajo debería haberle permitido al ministro Luna, salir del parque de la 93 en Bogotá y conocer las necesidades de la “Colombia Profunda” en municipios veredas, donde se sobrevive en medio de una infraestructura en comunicaciones bastante pobres. Lástima porque veo que esa platica se perdió.
No me explico las razones que pudo tener el ministro David Luna para pretender regresarnos al pasado, cuando las personas adquirían de manera conjunta el celular y el servicio pospago y los pagaban en una misma factura. El costo del equipo variaba en virtud del valor mensual del plan y del tiempo de duración del contrato. Eran los tiempos en que se ofrecían celulares a cero pesos, si se compraba de contado, siempre y cuando el cliente garantizara, mediante la firma de una cláusula de permanencia, que estaría atado a un operador específico por un tiempo determinado.
De esta forma para el operador de telefonía celular, la prioridad era vender el teléfono, mucho más que prestar un buen servicio donde las llamadas no se cayeran, producto de la deficiencia en la señal.
Hoy, según las explicaciones que da el ministro Luna para justificar su inteligente decisión, "los dispositivos que soportan tecnologías 4G tuvieron un estancamiento". Pregunto entonces, ¿desde cuando es preocupación del ministerio de las TIC el aumento en las utilidades de los privados, producto de las ventas de celulares de alta gama? ; ¿Qué acaso las empresas que prestan este servicio no tienen en su equipo de trabajo unas personas dedicadas a pensar en estrategias de ventas y mercadeo?; ¿Por qué David Luna se presta a ser una especie de jefe de mercadeo de los privados que prestan servicios en comunicaciones?
Según las cifras del ministerio de las TIC, las ventas de celulares que soportan el 4G, los más caros del mercado, se estancaron entre 150.000 o 200.000 aparatos. Según el jefe de la cartera y los operadores, esta cantidad de teléfonos no fueron vendidos tras la eliminación de las cláusulas. ¿Garantizar el crecimiento en ventas de celulares de alta gama es tarea del ministerio de las TIC?
Las estrategias para vender teléfonos celulares deberían pensarlas los jefes de mercadeo de estas empresas, no el ministro de las TIC, y si en el caso de que este estuviese interesado en ayudar a que los colombianos que habitan en las veredas del municipio de San Vicente del Caguan o en los departamento de la Guajira, Vichada o Vaupés por ejemplo, logren comprar un Galaxy S7 o un S7 Edge, no creo que la solución ideal sea la de amarrar al comprador con el prestador del servicio hasta que se venza el contrato, soportando que se caigan las llamadas y que muchas veces no pueda conectarse a internet móvil.
Por fortuna la última palabra la tiene la Comisión Reguladora de Comunicaciones, quien según su director Germán Darío Arias, se demorará entre seis y ocho meses para dar su diagnóstico sobre el tema y ojalá que cualquier decisión que se tome, sea contraria a la del ministro de las TIC, es decir a favor del consumidor y no de las empresas operadoras.
