Transmilenio, el lugar perfecto para delinquir

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Óscar Sevillano
11 de noviembre de 2022 - 05:01 a. m.
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En muchas ocasiones se ha debatido por la suerte del sistema Transmilenio, abandonado a su suerte desde la alcaldía de Samuel Moreno, sin que las siguientes administraciones, incluido el mismo Enrique Peñalosa, le prestaran atención y le interviniera de manera decidida.

Más bien por el contrario, todas sin ninguna excepción permitieron que la ciudadanía se llenara de odio hacia el sistema y le culpara de todo lo malo que sucede en Bogotá.

Mal hicieron Samuel Moreno y Gustavo Petro vendiendo la idea de un metro para la ciudad, en detrimento de la imagen que para ese entonces tenía el Transmilenio y mal hizo Enrique Peñalosa dejándose timar.

Hoy, Claudia López, debe gerenciar la movilidad de los bogotanos que utilizan Transmilenio con un sistema que se ha convertido en el lugar perfecto para delinquir, cometer abusos sexuales y morbosear al sexo opuesto.

Es tan poco el respeto que se siente hacia el otro y hacia el mismo sistema, que incluso he visto gente consumir sustancias psicoactivas en buses y estaciones. De nada sirve que dejen a unos cuantos agentes de policías en los puntos más vulnerables porque en primer lugar no dan abasto para el amplio número de usuarios y en segundo lugar porque las estaciones de Transmilenio no cuentan con una infraestructura que cuide y garantice de la dignidad de las personas.

No es de extrañar entonces que en el momento en que uno menos se lo espere ingrese un delincuente con arma en mano a hacer de las suyas, cuando el sistema opera con una infraestructura desgastada, pésima y vulnerable que no garantiza ninguna seguridad y que es propensa al ataque de cualquier desadaptado que en medio de la euforia que le provocan en su cabeza las manifestaciones, lanza piedras a los vidrios y les raya con aerosol.

También hay que decir que es poco el interés que la alcaldesa Claudia López le ha puesto al sistema. Hasta el momento no se ha visto ninguna campaña por parte de la Alcaldía que invite a cuidarlo, que invite a recuperarlo y que promueva el buen uso del Transmilenio. Esa debió ser una tarea de prioridad 1 A durante esta Alcaldía.

Muy bueno que no se haya cesado en la idea de concretar la construcción de la primera línea del metro; excelente me parece que se haya trabajado en el diseño de la segunda línea, pero terrible que no se haya hecho nada para mejorar el Transmilenio que es transporte que usan y seguirán usando los bogotanos mientras pasan los 15 o 20 años que durará la puesta marcha del metro.

Aun está a tiempo de empezar a corregir este error porque hoy por hoy el Transmilenio se convirtió a los ojos de la Alcaldía de Bogotá en el lugar perfecto para delinquir, y se requiere de una acción decidida y valiente porque es para el uso de los bogotanos del común que se hizo el sistema de buses articulados.

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