En el Gobierno Duque, la vicepresidenta, Marta Lucía Ramírez, quien no se pierde ni el trasteo de un avispero, se ha convertido en una caricatura por cuenta de sus imprudencias, comentarios, eternos discursos, superficiales ideas, insensatos trinos y, claro está, por relacionarse con personas al margen de la ley, quienes, al fin y al cabo, por fantasmas que sean, han terminado desenmascaradas.
En los últimos días me ha causado bastante curiosidad, por decir lo menos, lo expresado por la vicepresidenta. En efecto, Ramírez, quien siempre ha querido ser protagonista de la lucha contra la corrupción, pero nunca la dejan y con razón,...
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