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Predican pero no aplican: caso “doble Racero”

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Pablo Felipe Robledo
28 de mayo de 2025 - 05:00 a. m.
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Algunos se preguntan si a los petristas se les contagian todos los vicios y defectos de Petro o si, por el contrario, es a Petro a quien se le pegan todos los vicios y defectos de los petristas. No se esfuercen: ambas cosas. En el petrismo, predicar y no aplicar es como un virus que, entre ellos, es altamente contagioso, que se pega en chequeo cruzado (de allí para acá y de acá para allá) y que no discrimina a nadie.

Ya no admite prueba en contrario que el petrista predica pero no aplica. Son buenos para hablar carreta, para pontificar, y para criticar con sangre, pero muy malos para actuar en consecuencia. El petrista tiene un rasero para los demás, y otro racero para sí mismo, ello es, doble rasero.

Y a propósito del doble rasero, vamos al caso del inefable David Racero, uno de los alfiles más importantes de esa banda inmoral que se hace llamar el Pacto Histórico, brazo político del petrismo. Sí, inmoral, pues al tiempo que gritan por la reivindicación de nuevos derechos para todo el mundo, y a toda costa, no son capaces de dárselos a los suyos, ni siquiera garantizarles los derechos mínimos que ellos en su discurso pretenden potencializar en toda la sociedad.

David Racero, petrista pura rabia y expresidente de la Cámara de Representantes, es, como político, muy malo, pero como empresario es malvado, perverso y esclavista. A las ya conocidas denuncias públicas que lo acusan de utilizar a los miembros de su Unidad de Trabajo Legislativo (UTL) para ejecutar labores en una empresa de su propiedad, se suman los recientes escándalos por cuenta de empleados de dicha empresa que son forzados a trabajar como esclavos: un salario mínimo –o incluso menos– a cambio de trabajar casi el doble de la jornada laboral en actividades que mezclan casi de todo. Como “toderos”, los describe el propio Racero en las grabaciones que lo desnudan.

Uno esperaría que alguien con un mínimo de decencia aceptara en silencio cómo ha sido desenmascarada su vil mentira. Pero decencia es algo que claramente Racero no tiene.

Ante los señalamientos, la respuesta Racero no es otra que tildar como falsos los audios y argumentar que se trataba de un linchamiento mediático. Es “admirable” su habilidad para pasar rápidamente de victimarios a víctimas, sin sentir un atisbo de vergüenza. Es como el lobo que se enoja cuando lo descubren debajo de su disfraz de oveja.

Pero más descarado y contradictorio es que se indigne porque alguien publica sus conversaciones privadas, en vez de dedicarse a lo que es relevante: su esclavismo. Esta situación, sin duda, es grave y serán las autoridades y la opinión pública las encargadas de justiciarlo por tan ruines actos. Pero lo que importa es –volver al propósito de esta columna– que no es otro diferente que decir que, el apellido Racero le cae como anillo al dedo a David, quien en lo político se rasga las vestiduras reclamando derechos laborales en nombre de la clase trabajadora, pero en el ámbito privado se comporta como su enemigo, como un esclavista, como todo un patrono miserable.

A David Racero le aplican a la perfección unos calificativos muy usados por sus amigos petristas para señalar a empleadores despiadados como él, y que se pueden escuchar en todas las marchas que convocan. Racero es un “esclavista”; un “opresor”. La política va por un lado y los principios por otro.

Todos en el petrismo son iguales. Mientras reclaman recargos nocturnos, mejores sueldos, jubilaciones anticipadas, dominicales y toda clase de prebendas laborales, a los suyos los tratan como esclavos. Y eso pasa en todos los asuntos y pasa porque su jefe, el presidente Petro, también es un mar de inconsecuencias; un día critica una cosa y al otro él está envuelto en el mismo problema.

Racero, doble rasero. Un rasero en la política y otro rasero en los negocios. Y claro está, así actúan todos los petristas, salvo… “ninguna excepción”, todos.

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NAVY(47439)02 de junio de 2025 - 03:24 p. m.
Estos izquierdosos resultaron clasistas: Clara Lopez minimizando el poligrafo aplicado a Marelbis, pues es una sirvienta, Racero (un afrodescendiente) "esclavizando" a sus colaboradores, Petro afirmando sobre el presidente de la CSJ que le extraña que un afrodescendiente fuera conservador!... imagino que es la visión progresista que los demás mortales no entendemos?
Carlosé Mejía(19865)29 de mayo de 2025 - 06:01 a. m.
El daño causado a la izquierda por esta clase de personajes demagógicos, endiosados e incoherentes es muy grave. Petro, Racero y demás canallas son responsables de haber retrasado la evolución política de Colombia en decenas de años.
mousike(55127)29 de mayo de 2025 - 02:31 a. m.
Decepcionante lo de Racero, pero no hay que generalizar que todos los petristas son así Por ejemplo, Iván Cepeda..
Olegario (51538)28 de mayo de 2025 - 08:14 p. m.
Y cómo jodían con los influencers del enano y de Duque. Lean esto: "La Procuraduría abrió indagación a funcionarios del Ministerio del Interior y la Policía por uso de avión oficial para llevar 'influencers' a Barranquilla". Ahora dirán los petristas que esta marranada sí se justifica. Qué tan la doble (o ninguna) moral de estos señores?
Mario OROZCO G.(16018)28 de mayo de 2025 - 06:54 p. m.
Excelente columna.
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