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Todos los años por esta misma época se empieza a debatir el porcentaje de aumento del salario mínimo legal mensual en un escenario tripartito que congrega a trabajadores, gremios y Gobierno Nacional.
Se trata de una discusión de días, tal vez de semanas, en la que cada cual pretende representar sus intereses para ganar aplausos en las graderías de su galería. La discusión inicia con una actuación libreteada en la que se proponen groseros porcentajes de incremento: los de los empresarios por irrisorios y los de los trabajadores por exorbitantes. El Gobierno llega con las cartas marcadas, pues sabe que, muy seguramente, nada se concertará ante la enorme distancia entre unas propuestas y otras, lo que hace que, casi siempre, el salario mínimo sea fijado por decisión soberana del Gobierno con la expedición del respectivo decreto. Las más de las veces, ese decreto termina estando de acuerdo con la posición empresarial o muy cerca de ella. Casi siempre, el incremento va aparejado a la inflación más una mínima ñapa porcentual.
Lo que ha ocurrido en los últimos días permite pronosticar una situación esperanzadoramente diferente. ¡Qué bueno que sea así! Han salido de varios lados y sobre todo de aquellos ligados a la clase empresarial, a proponer, desde ya, un aumento porcentual considerable al salario mínimo que, claro está también, implicará grandes retos y esfuerzos para quienes deben pagarlo, pero sobre todo, significativos y beneficiosos ingresos para la clase trabajadora tan golpeada por una inflación general que ya sobrepasa el 5 %, y que le ha dado muy duro a sectores específicos que tiene una inflación bastante superior, como es el caso crítico de los alimentos.
Vargas Lleras y los exministros Zuluaga y Echeverry, todos hoy ligados a la política electoral y con profundos afectos y vínculos con la clase empresarial y sus gremios, han salido a pedirle al Gobierno Nacional un incremento entre el 10 % y el 11 % para el salario mínimo, cada uno por sus propias razones y conveniencias, pero, al fin y al cabo, coincidentes en la petición. En ese mismo sentido, se pronunció el presidente Iván Duque, quien no solo dijo que “nuestra meta es que podamos (…) llegar al millón de pesos sin el auxilio de transporte” lo que “equivale a un aumento del 10,07 %”, sino que informó que, en tal propósito, llevaba más de tres meses concertando ello con la clase empresarial y sus gremios.
Minutos después, Bruce Mac Master, presidente de la ANDI, a través de sus redes sociales manifestó que “desde la ANDI hemos venido trabajando con otros gremios que son nuestros compañeros en la Mesa de Concertación (…), y sobre todo hemos venido trabajando con el Gobierno”, concluyendo que coinciden “con la propuesta que ha hecho el Gobierno Nacional de poder llegar a un salario mínimo de un millón de pesos, es decir, que pueda haber un incremento del 10,07 %”, con lo que no solo se une a la propuesta gubernamental sino que ratifica que ella ha sido fruto de un trabajo entre varios de los distintos actores que hacen parte de la Mesa de Concertación como lo informó Duque.
Aunque se menciona que los trabajadores han también hecho parte de algunas de estas conversaciones previas al lanzamiento de la propuesta gubernamental del 10,07 %, lo más seguro es que los trabajadores y sus sindicatos, ante la realidad de la alta inflación (sobre todo en alimentos), la buena tasa de crecimiento económico y, un dólar asfixiante de 4.000 pesos que dispara los precios de los productos importados y de los productos elaborados en Colombia con materias primas importadas, llegarán a la Mesa de Concertación una contrapropuesta, que ojalá, después de las discusiones de rigor, encuentre un punto óptimo de negociación que nos permita generar un bálsamo social, por demás justo, para que el salario mínimo de 2022 no solo esté por encima del millón de pesos sino que sea aceptado por todos.
Ojalá brille sobre todos la ponderación y la solidaridad. Me uno a la propuesta del millón de pesos, como punto mínimo de discusión sobre el aumento del salario mínimo mensual en Colombia, lo cual, de entrada, es ya, una gran noticia.
