Coyuntura europea

Después de un verano con temperaturas extremas, sequías, incendios forestales, inundaciones súbitas, déficit de agua y la agricultura europea afectada, Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, anunció el aplazamiento de algunos compromisos ambientales por motivos económicos, dado el poco crecimiento de algunos países, la recesión en otros, la inflación (el costo de los alimentos, los combustibles, la energía) y la competencia de China.

La inestabilidad crece, Ucrania será un escenario de guerra por largo tiempo; se estudia una nueva ruta marítima por el mar Negro para llevar los cereales a los mercados mundiales, pues Rusia rompió el acuerdo para permitirles salida, en respuesta a los ataques ucranianos con apoyo bélico de “Occidente”. La tensión aumenta por el nuevo acuerdo científico-militar de Rusia con Corea del Norte y el implícito con China.

Cada evento revela conflictos históricos no resueltos en Medio Oriente y África, esto amplía el espectro de la guerra. El viejo respaldo de Marruecos a Israel y una anexión de territorio, apoyada por Estados Unidos, dificultaron la ayuda de Argelia pasado el terremoto; la de Francia se detuvo por razones políticas. Frente al desastre que acabó con miles de vidas en Libia, causado por las fuertes lluvias producidas por un huracán en el Mediterráneo, la colaboración ha sido muy difícil. Después del derrocamiento de Gadafi, Libia es un país fragmentado, controlado en buena parte por milicias; destruida la institucionalidad, carece de un sistema de alertas tempranas.

Lampedusa, la isla italiana, se convirtió en el foco de atención europeo. Arriesgando la vida, miles de migrantes llegaron de África en embarcaciones improvisadas, niños desnudos salieron del mar, los adultos declararon que no tienen un destino en mente, lo único claro es que “no quieren estar allá”, en su tierra. Líderes europeos acudieron a Lampedusa, también la señora Von der Leyen. Solidarios con Italia, prometieron buscar soluciones, colaborar con los países africanos, combatir a los traficantes y luchar contra la corrupción que se roba las ayudas o las dispersa. Aparecieron nuevos migrantes: los armenios que huyen de Azerbaiyán. El papa Francisco visitó Marsella y en una sentida intervención le recordó a Europa el humanismo, su compromiso con los desposeídos, con los migrantes.

Al terminar la crisis por aumentar la edad de pensión, Emmanuel Macron prometió presentar en 100 días una propuesta de fondo para el resto de su mandato… En una reciente entrevista televisiva sobre los problemas vitales de los franceses, insistió con retórica en impulsar el crecimiento económico, también ofreció algunos subsidios.

La pandemia evidenció la vulnerabilidad del neoliberalismo y la globalización que este impuso. La desigualdad aumenta, la naturaleza europea se transforma imparable, responde con celeridad al cambio climático. La coyuntura política, los indicadores socioeconómicos de corto plazo y las encuestas de opinión determinan la agenda de los líderes; solamente les interesa permanecer en el poder. Europa se estremece; hay desacuerdos, pero también lucha por evolucionar y encontrar nuevos caminos de paz, solidaridad, democracia y sostenibilidad.