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La hora de los predadores*

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Pablo Leyva
11 de mayo de 2025 - 05:06 a. m.
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Un libro imperdible de Giuliano da Empoli. El autor se desliza con maestría entre Maquiavelo, Shakespeare y Da Vinci, quienes enseñan las reglas del ejercicio del poder autocrático y sus consecuencias de guerra y violencia. Imágenes describen cuadros impactantes desde Moctezuma hasta Trump; los Borgia son referentes ejemplares del teatro del horror, así como sus seguidores actuales, desde Mohammad bin Salmán, de Arabia Saudita, hasta el no menos peligroso Bukele.

El avance veloz y acelerado de las comunicaciones y las redes desfiguró la relación de los humanos con la realidad; “los ingenieros de Silicon Valley abandonaron hace tiempo la programación de los computadores, para transformarse en programadores de los comportamientos humanos” y deformar la realidad que nos presentan falsamente, como transparente y asequible, hasta volverla irreconocible, para que responda a las expectativas y prejuicios de cada uno, y convertirnos en presa de los influenciadores y manipuladores políticos que nos conducen a “ver lo que creemos”. Así alimentan el odio, recalientan la atmósfera, elevan el nivel del caos y llevan la confrontación al extremo. Esta manipulación nos afecta a todos, también a las élites, para que entremos en crisis de pánico y actuemos furiosos, rabiosos. Un dato interesante del libro es la revelación de que Colombia sirvió de laboratorio de Cambridge Analytica para desarrollos de “técnicas de guerra de la información”.

Mucha de la información y las situaciones descritas en el libro posiblemente son del dominio público. La magia del autor consiste en la forma de presentarlas y en cómo se relacionan en estructuras lógicas del manejo del poder autoritario; cómo se repiten históricamente en momentos en que las necesidades de las mayorías se ven frustradas o se pierde el equilibrio termodinámico, social o de fuerzas físicas, en especial militares, por lo que la política convencional, la diplomacia y los acuerdos se abandonan. Son tiempos de turbulencia e incertidumbre geopolítica. Se regresa a la verdadera política, la militar, que supone rapidez, fuerza, confrontación, guerra, emboscada, trampa y asalto por sorpresa a todos los referentes institucionales y sociales; se irrespetan las formas para generar estupefacción y evidenciar así la autoridad, el dominio del poder y las consecuencias del desacato.

No es hora de la inteligencia, la sabiduría, los pacifistas, los técnicos, los ponderados. Quienes no toman partido en la guerra se consideran tibios (como en la Grecia Antigua) y están llamados a fracasar en el escenario violento, de alto riesgo y reglas cambiantes de la política. No es hora de la ilustración, la ciencia, la cultura, la lectura; es el tiempo de los iletrados que, sin verdadero conocimiento, “saben hacer”; son “genios que tienen la capacidad para resonar con el espíritu de su tiempo”.

Durante la Asamblea General de las Naciones Unidas, Giuliano da Empoli presencia el desfile de los “cuerpos” apretados de los dirigentes, asesores, sherpas y escoltas de nuestro tiempo.

* Giuliano da Empoli, “L’heure des prédateurs”. Éditions Gallimard. Mars, 2025.

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Norma Enríquez(12580)11 de mayo de 2025 - 04:05 p. m.
Excelente columna que aborda una reflexión esquiva para unos e inexistente para otros, pero necesaria para quienes son consciente que estas nuevas formas de abordajes nos acercan cada vez mas a la catástrofe definitiva. Gracias.
ERWIN JIMENES(18151)11 de mayo de 2025 - 02:11 p. m.
o sea ..para atras como el cangrejo ..el poder ..que cosa ..el hermano ..
Atenas (06773)11 de mayo de 2025 - 01:07 p. m.
Q’ un desaparecido opinador de remarcado sesgo vuelva hoy con su consabido cuento de mamerto ilustrado, y pa lo cual trae uno de los tantos entre la miríadas de libros q’ a diario se publican, y de un autor al q’ por sus minúsculos apartes trae es de similar ideología, eso no tiene gracia. Lo de citar con cuestionamientos a Trump, Bukele y a otros de ídem línea, pero de paso hacerse los locos ambos, autor y referente, frente al infierno de Cuba,N/gua y V/zla desdice de su ecuanimidad. Atenas.
  • Duncan Darn(84992)12 de mayo de 2025 - 12:30 a. m.
    Atenitas , un completo asco de ser humanoide, con pensamientos (por llamarlos de alguna forma) cavernarios y patriarcales, lindantes y resaltados por su cotidiana declaración de amor al Terrorista 6402 , además de sus temores para declararse no binario, vomita sus miasmas soeces contra todo columnista que opine diferente a su ridícula autosuficiencia y pontificando con precaria erudición. Un océano de sapiencia con milímetros de profundidad. ¡Ah bestia!
  • Cordillerano(64187)11 de mayo de 2025 - 08:47 p. m.
    Su diarrea mental corresponde a la de sus pañales "aTENAs", no barrunta una idea coherente menos será su capacidad en un texto tan corto como una columna hacer una referencia bibliográfica de una novedad editorial, de allí que se quede comodo con las flatulencias de "El Patrón".
  • ERWIN JIMENES(18151)11 de mayo de 2025 - 02:10 p. m.
    baboso ..nada e complace ..bueno si ..polo polo ..jijijijijijijiji..saludos al travesti? ..como salio la operacion?..chaooo apenas..
Flaco Botero(43174)11 de mayo de 2025 - 10:59 a. m.
Lástima que, al parecer, hayan cortado su escrito... el último párrafo pareciera ser el inicio de otros modos de pensar la problemática.... Escribió Foucault en LAS PALABRAS Y LAS COSAS: «Lo propio del saber no es ver ni demostrar, sino interpretar. Comentar la Escritura, comentar los antiguos, comentar los relatos de viajes, las leyendas y las fábulas, y comentar estos comentarios. El lenguaje conlleva un principio fractal de proliferación».
  • Atenas (06773)11 de mayo de 2025 - 01:09 p. m.
    Veo q’ con razón el alías de este, Flaco B., nos dice del porqué se lo puso así. Atenas.
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