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Un libro imperdible de Giuliano da Empoli. El autor se desliza con maestría entre Maquiavelo, Shakespeare y Da Vinci, quienes enseñan las reglas del ejercicio del poder autocrático y sus consecuencias de guerra y violencia. Imágenes describen cuadros impactantes desde Moctezuma hasta Trump; los Borgia son referentes ejemplares del teatro del horror, así como sus seguidores actuales, desde Mohammad bin Salmán, de Arabia Saudita, hasta el no menos peligroso Bukele.
El avance veloz y acelerado de las comunicaciones y las redes desfiguró la relación de los humanos con la realidad; “los ingenieros de Silicon Valley abandonaron hace tiempo la programación de los computadores, para transformarse en programadores de los comportamientos humanos” y deformar la realidad que nos presentan falsamente, como transparente y asequible, hasta volverla irreconocible, para que responda a las expectativas y prejuicios de cada uno, y convertirnos en presa de los influenciadores y manipuladores políticos que nos conducen a “ver lo que creemos”. Así alimentan el odio, recalientan la atmósfera, elevan el nivel del caos y llevan la confrontación al extremo. Esta manipulación nos afecta a todos, también a las élites, para que entremos en crisis de pánico y actuemos furiosos, rabiosos. Un dato interesante del libro es la revelación de que Colombia sirvió de laboratorio de Cambridge Analytica para desarrollos de “técnicas de guerra de la información”.
Mucha de la información y las situaciones descritas en el libro posiblemente son del dominio público. La magia del autor consiste en la forma de presentarlas y en cómo se relacionan en estructuras lógicas del manejo del poder autoritario; cómo se repiten históricamente en momentos en que las necesidades de las mayorías se ven frustradas o se pierde el equilibrio termodinámico, social o de fuerzas físicas, en especial militares, por lo que la política convencional, la diplomacia y los acuerdos se abandonan. Son tiempos de turbulencia e incertidumbre geopolítica. Se regresa a la verdadera política, la militar, que supone rapidez, fuerza, confrontación, guerra, emboscada, trampa y asalto por sorpresa a todos los referentes institucionales y sociales; se irrespetan las formas para generar estupefacción y evidenciar así la autoridad, el dominio del poder y las consecuencias del desacato.
No es hora de la inteligencia, la sabiduría, los pacifistas, los técnicos, los ponderados. Quienes no toman partido en la guerra se consideran tibios (como en la Grecia Antigua) y están llamados a fracasar en el escenario violento, de alto riesgo y reglas cambiantes de la política. No es hora de la ilustración, la ciencia, la cultura, la lectura; es el tiempo de los iletrados que, sin verdadero conocimiento, “saben hacer”; son “genios que tienen la capacidad para resonar con el espíritu de su tiempo”.
Durante la Asamblea General de las Naciones Unidas, Giuliano da Empoli presencia el desfile de los “cuerpos” apretados de los dirigentes, asesores, sherpas y escoltas de nuestro tiempo.
* Giuliano da Empoli, “L’heure des prédateurs”. Éditions Gallimard. Mars, 2025.
