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Los conservadores se están resistiendo al remezón que les supone el haber llegado a la coalición de Unidad Nacional al mismo tiempo que los liberales.
Han hecho dos movimientos para calibrar al gobierno y hacerse valorar. Primero, criticaron la inseguridad y llamaron la atención al gobierno sobre la ineficacia de su política. El hecho fue desconcertante pues se colocaron por fuera de la coalición de gobierno y ejercieron un papel de oposición. Los godos no sugirieron nuevas políticas, ni presentaron proyectos para remediar el asunto; delegaron sobre el solo Presidente y sus ministros una responsabilidad que les corresponde por ser parte del gobierno, ¿sino en que consiste ser parte de la bancada del gobierno? ¿es el sólo disfrute de las prebendas?
La segunda estrategia fue no votar las facultades para que el gobierno reforme la estructura del Estado. Pidieron una reunión con el Presidente, aunque no tienen observaciones sustanciales al proyecto. Se dice que la reacción obedece a que los godos se están quedando sin las posiciones burocráticas que tuvieron durante el pasado gobierno, entre ellas el MinInterior y de Justicia, la SuperiSociedades, la SuperNotariado y Registro, y la Dirección Nacional de Estupefacientes. Lo que más llama la atención es que por estas instituciones hay muchos congresistas conservadores investigados. Los escándalos por las notarías han tocado a varios directivos de ese partido y los de la DNE dieron para el comentario, que se atribuye a los gringos, de que "un bien que estaba en manos de la mafia pasó a otra mafia". Además hay investigados por parapolítica, farcpolítica, vínculos con el narcotráfico, y yidispolítica. Se han anunciado además investigaciones sobre el Fondo de Seguridad, que fue manejado por godos. Para muchos son estas crecientes investigaciones la razón del descontento conservador, pues ya están involucrados al menos 26 miembros del partido.
La política en Colombia está relacionada con la burocracia de una manera casi inescindible. Los gamonales disponen de los puestos del Estado para premiar a sus electores, sin consideración a sus capacidades. Para contrarrestar este efecto se creó la carrera administrativa, que congeló la circulación de muchos puestos, y limitó los despidos en los cambios de gobierno. El vicio empeoró. Al parecer ya no se limita a los puestos, ahora los congresistas se han convertido en agentes que extraen recursos a través de los cargos que proveen: cobran parte del salario, al estilo “yidis”, nombran en cargos de dirección para otorgar contratos de los cuales obtienen comisión o participan de los robos de manera ramplona.
El expresidente Pastrana inició una campaña por la transparencia azul y solicitó la renuncia de los miembros de la dirección que están comprometidos en esos escándalos. Se trata de una medida necesaria; el país no puede tolerar que las directivas de un partido estén bajo serias sindicaciones. El conservatismo pasa por una de sus más tristes horas. Sus propuestas políticas son nulas y se limitan a pequeños enfrentamientos para conservar un poder que malgastan y que no les ha da sino vergüenzas.
