Una cadena peruana, con una carta de platos de siete países asiáticos -China, Vietnam, Tailandia, Corea, Indonesia, India y Japón- e ingredientes locales. Abanico de sabores orientales a escoger y combinar, en un hermoso local. Un tour gastronómico asiático, sentados a la misma mesa.
Aparecen los bocados de “siu mai”, unos dumplings rellenos de panceta y camarón con salsa de soya cítrica. El “nori taco”, para coger con la mano, con su tortilla crocante de alga nori, y de relleno una mezcla de arroz de sushi con un tartar de salmón, ajonjolí y cebolla verde. Los “chilli dumplings”, empanadas de res al vapor con chimichurri de ajíes y cilantro. Llenos de color y superdeliciosos.
En platos suculentos, el “bibimbap”, uno de los platos más tradicionales coreanos, un arroz que llega servido en olla de piedra y lleva trozos de carne de res salteada, huevo y vegetales al vapor, para mezclarse en el plato antes de llevarlo a la boca. El “coconut shrimp” de langostinos apanados en hojuelas de coco, de sabor agridulce, acompañados con una ensalada de mango.
También el “nasi goreng”, un plato típico de la cocina de Indonesia, Malasia y Singapur, es un arroz frito y cocinado con salsa de soya dulce. Suele ir acompañado de huevo frito, pollo frito o satay -pinchitos de diferentes carnes marinadas en cúrcuma-. Es popular en Holanda, desde los tiempos de las Indias Orientales Neerlandesas (ahora Indonesia).
El “pad thai”, tallarines tailandeses con camarones al wok, tamarindo, limón y maní tostado. Tallarines transparentes de camote, el tubérculo de origen peruano, con una base de “pho”, el caldo de res vietnamita. Un aplauso para el “thai sea food”, pescado blanco y camarones, cocidos en hoja de plátano, leche de coco y curry tailandés, verdaderamente estupendo, aunque su presentación en la mesa poco se parece a la foto en la carta.
De postre, el “vietnamese hot chocolate”, mousse de chocolate caliente, helado de jengibre con arequipe y nuez de brasil tostada. Servido en una cajita de madera y en el fondo un pedazo de hoja de plátano.
Un aplauso para los propietarios, por su contribución de un porcentaje de sus ventas con la organización Rain Forest Alliance, con programas de preservación de bosques y vida silvestre en los bosques asiáticos.
Evaluación del índice CLAP de calidad-local-atención-precio: BUENO.
Dirección: Parque de la 93. Calle 93A N° 12-35, en Bogotá, teléfono 1-7424722.
Una cadena peruana, con una carta de platos de siete países asiáticos -China, Vietnam, Tailandia, Corea, Indonesia, India y Japón- e ingredientes locales. Abanico de sabores orientales a escoger y combinar, en un hermoso local. Un tour gastronómico asiático, sentados a la misma mesa.
Aparecen los bocados de “siu mai”, unos dumplings rellenos de panceta y camarón con salsa de soya cítrica. El “nori taco”, para coger con la mano, con su tortilla crocante de alga nori, y de relleno una mezcla de arroz de sushi con un tartar de salmón, ajonjolí y cebolla verde. Los “chilli dumplings”, empanadas de res al vapor con chimichurri de ajíes y cilantro. Llenos de color y superdeliciosos.
En platos suculentos, el “bibimbap”, uno de los platos más tradicionales coreanos, un arroz que llega servido en olla de piedra y lleva trozos de carne de res salteada, huevo y vegetales al vapor, para mezclarse en el plato antes de llevarlo a la boca. El “coconut shrimp” de langostinos apanados en hojuelas de coco, de sabor agridulce, acompañados con una ensalada de mango.
También el “nasi goreng”, un plato típico de la cocina de Indonesia, Malasia y Singapur, es un arroz frito y cocinado con salsa de soya dulce. Suele ir acompañado de huevo frito, pollo frito o satay -pinchitos de diferentes carnes marinadas en cúrcuma-. Es popular en Holanda, desde los tiempos de las Indias Orientales Neerlandesas (ahora Indonesia).
El “pad thai”, tallarines tailandeses con camarones al wok, tamarindo, limón y maní tostado. Tallarines transparentes de camote, el tubérculo de origen peruano, con una base de “pho”, el caldo de res vietnamita. Un aplauso para el “thai sea food”, pescado blanco y camarones, cocidos en hoja de plátano, leche de coco y curry tailandés, verdaderamente estupendo, aunque su presentación en la mesa poco se parece a la foto en la carta.
De postre, el “vietnamese hot chocolate”, mousse de chocolate caliente, helado de jengibre con arequipe y nuez de brasil tostada. Servido en una cajita de madera y en el fondo un pedazo de hoja de plátano.
Un aplauso para los propietarios, por su contribución de un porcentaje de sus ventas con la organización Rain Forest Alliance, con programas de preservación de bosques y vida silvestre en los bosques asiáticos.
Evaluación del índice CLAP de calidad-local-atención-precio: BUENO.
Dirección: Parque de la 93. Calle 93A N° 12-35, en Bogotá, teléfono 1-7424722.