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Restaurante Viva la vida

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15 de marzo de 2022 - 02:00 a. m.
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Además del sabor, en el equilibrio tan buscado en la cocina japonesa es esencial la técnica, y esa, según Jiménez, es ejecutada aquí en medio de una perfecta sincronía.

Si el arroz en un lugar de sushi es el que sentencia si este es excelente o no, según el chef Michelin Félix Jiménez, el restaurante Viva la vida lo consiguió hace años. Y estoy de acuerdo.

Claro, también suma al sabor la calidad del pescado, ese que antes llegaba a Bogotá de Chile o Perú, tristemente congelado, situación que por fortuna quedó en el pasado. En la actualidad, la frescura de los productos del Pacífico colombiano enriquece cada plato.

Además del sabor, en el equilibrio tan buscado en la cocina japonesa es esencial la técnica, y esa, según Jiménez, es ejecutada aquí en medio de una perfecta sincronía. Lo dice un auténtico shokunin (artesano), alguien que todos los días hace aparentemente lo mismo, pero que logra, hora tras hora, la evolución de su arte.

Después del sabor y la técnica viene en el sushi el valor más japonés: ser preparado con el alma, buscando la felicidad del comensal. Y el maestro Jiménez se encuentra convencido de que el despliegue de amabilidad colombiana perfecciona esa armonía tan perseguida.

Si bien el cocinero español elabora sushi clásico, purista, se muestra complacido con las creaciones de este menú, en particular con los aportes latinos, como el de nuestras frutas, entre ellas la maravillosa feijoa.

Y ahora a lo que fuimos. El nigiri Arrecife andino conjuga todos esos valores mencionados. Aparte de bello, logra la emoción buscada en el paladar de los comensales. Es un salmón Edomae (técnica antigua japonesa), acompañado de un cremoso de ají amarillo con quinua crocante y aguacate.

El maki llamado Perfume trae anguila kabayaki, deliciosamente dulce, presentada con langostinos, masago, mango, manzanas, queso crema, coco tostado y aromatizado con ron de panela.

Otro bocado digno de elogio es el Amé, un tartar de cangrejo con chili dulce, langostinos y pepino. Tampoco puedo pasar por alto el mini ramen Shoyu, llevado a la mesa de forma clásica, con bandiola de cerdo, fideos, cebolla, tofu, shitakes y guisantes.

Por último, me detengo en los tacos de takos, que como su nombre lo sugiere son unos tacos crocantes de pulpo a la parrilla con chimichurri y salsa chalaca (cebolla, limón, ají y cilantro). Todo con espinaca cítrica y coronado de papas nativas.

Si se trata de ser los mejores y lograr que mientras estés allí olvides la vida cotidiana, los chefs Félix Jiménez y Juan Camilo Rico consiguen que por horas… seas feliz.

Evaluación CLAP (calidad, lugar, atención y precio):

Muy bueno. Dirección:

autopista Norte No. 114-44. Piso 2.

Teléfono:

601 744 3466.

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Camilo(v9l66)15 de marzo de 2022 - 09:47 p. m.
Para evitar la contaminación por anisakis, conviene congelar el pescado a -20 grados durante al menos cinco días. Para evitar las dudas, conviene separar la crítica de la publicidad.
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