Abimael Guzmán Reinoso dejó testimonio en su celda de un último acto para poner en vilo al gobierno del Perú. Su cuerpo en la Base Naval del Callao es a la vez trofeo y ultraje para las fuerzas políticas más importantes del país. Parece que el Presidente Gonzalo y la pulmonía que se lo llevó tenían muy buen sentido de la oportunidad. Falló por un día para morir en el 29° aniversario de su captura y revolvió a un gobierno recién llegado y a una oposición encabezada por el apellido de su principal verdugo. Y eligió un 11 de septiembre. Abimael siempre tuvo formas extremas, emparentadas con la muerte, para dejar sus mensajes y...
Conoce más
