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Rabo de ají

¿El plan Ecuador?

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Pascual Gaviria
23 de agosto de 2023 - 02:05 a. m.
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El último mapa detallado de los cultivos de coca en Colombia, publicado por la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), correspondiente al monitoreo de 2021, tiene sus más grandes enclaves de producción en la frontera con Ecuador. En el Putumayo se sembró 1,4 veces más coca que en el 2020, las 28.000 hectáreas sembradas son la cifra más alta desde 2016. Según el estudio de Naciones Unidas, esa frontera se ha consolidado como zona de alta concentración de cultivos en el país. En Nariño las cosechas en la frontera son mucho mayores. En todo el Pacífico se llegó a 89.000 hectáreas, la cifra más alta en los últimos 20 años, con un crecimiento del 76 % respecto al 2020. Nariño tiene casi dos terceras partes de la coca del Pacífico y en el 2021 sus cultivos casi se duplicaron respecto al año anterior. Es cierto que las zonas de frontera han sido desde hace décadas claves para la siembra de coca, pero al parecer la frontera con Ecuador es cada vez un imán más fuerte para atraer los cultivos. Además de eso, los campesinos que siembran cada vez se involucran más en la transformación de la hoja en pasta base. No es fácil decir que la dinámica del mercado ha cambiado, que las rutas son otras, que Colombia ha perdido protagonismo en el tráfico o que la cocaína ya no es tan atractiva en el norte. Pero es innegable que Ecuador ha ganado un protagonismo como país de tránsito y puerto de salida en los últimos cinco años.

Ningún país está preparado para tener un papel creciente en el negocio del narcotráfico. Hace un poco más de 30 años Colombia enfrentó el peor momento de esa embestida que cambió a la sociedad y al Estado y dejó un exterminio desconocido en cualquier país que haya enfrentado a la criminalidad. Llegamos a sufrir 80 homicidios por 100.000 habitantes en 1991. En medio de esa lucha contra el narco, infructuosa por decir lo menos, los Estados Unidos invirtieron US$10.000 millones entre 2001 y 2016. El Ejército y la Policía de Colombia se convirtieron en los mejor entrenados y dotados del continente, sus soldados profesionales se multiplicaron por cuatro en solo una década. La plata y el plomo sirvieron en la balanza de la lucha contra las FARC, pero no lograron mayor cosa en la pelea contra la coca y los narcos. Solo movimientos estratégicos y logísticos, cambios en la geografía criminal y en las maneras de los mafiosos.

Los narcos mexicanos desembarcaron en Ecuador hace más de 15 años, pero en los últimos cinco lograron ser los patrones de los grandes grupos criminales del país. Jalisco Nueva Generación controla a los Lobos y los Tiguerones, y Sinaloa subcontrata a los Choneros, las cárceles son las oficinas de mando y el país vive bajo estados de excepción. En noviembre del año pasado un traslado de presos desde la cárcel de Guayaquil desató una jornada de atentados, quemas de comandos de policía y gasolineras. Los muertos han comenzado a colgar de los puentes como macabras advertencias. El estilo mexicano se impone. Entre 2017 y 2022 la tasa de homicidios por 100.000 habitantes paso de 5,8 a 25. Ecuador tiene hoy una tasa mayor que la de Colombia, que fue durante años el ejemplo a no seguir.

Es frustrante y aleccionador que 30 años después Ecuador esté condenado a vivir una tragedia similar a la de Colombia en tiempos de los carteles de Medellín y Cali. Las condenas de esa guerra fallida se repiten y parecen difíciles de evitar, imposibles de explicar desde los hechos y los muertos. La queja, los discursos y los propósitos parecen ser la inútil defensa de América Latina, mientras la espiral se repite.

Conoce más

 

Alberto(3788)23 de agosto de 2023 - 11:54 p. m.
Muy acertada.
Felipe(94028)23 de agosto de 2023 - 04:53 p. m.
Importamos el 30% de lo que comemos, pero dedicamos 300.000 hectáreas al cultivo de coca. Ahora vayan y le dicen al cocalero, que también elabora pasta base, que se dedique a cultivar arracacha. Verán lo que contestan, él y sus socios/jefes traquetos.
Daniel(rvd59)23 de agosto de 2023 - 02:58 p. m.
Ecuador no la tiene tan difícil como la ha tenido Colombia. Ellos, al menos, ya tienen el ejemplo, saben como se les van a tirar el país. El narcotráfico les arrasará con todo a un costo social muy alto, ya que solamente les quedará la violencia, la miseria, la corrupción, la ignorancia, juventudes desperdiciadas con un gusto extremo por el dinero fácil, mal habido y ensangrentado. Están a tiempo.
Andres(11973)23 de agosto de 2023 - 01:55 p. m.
El crecimiento exponencial de los cultivos de coca, trajo la sobreoferta de pasta y una caída de precios brutal. Con esos niveles de siembra ya no es rentable ni producir, ni procesar ni exportar. Hoy pagan 8.500 dólares por kilo en México la mitad de lo que pagaban hace un año. Además el crecimiento y popularidad del 2C2 y Fentanilo acaban paulatinamente con la demanda. Pero a Colombia le queda el problema sin solución de los campesinos cocaleros.
Carlos(92784)23 de agosto de 2023 - 01:34 p. m.
Ya lo advertia Rafael Correa en 2008 a raiz del escandalo desatado por la muerte de Raul Reyes en territorio ecuatoriano : " Colombia es el peor vecino de Sur America , porque solo nos genera problemas de narcotrafico , guerrillas , paras y contrabando " . Se puede contradecir ??
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