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Rabo de ají

Gabinetes médicos

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Pascual Gaviria
16 de febrero de 2022 - 05:30 a. m.
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Luego de dos años la pandemia es cada vez más un hecho social y político. El sentido, la proporción y la utilidad de las restricciones y medidas para contenerla marcan hoy la discusión más activa y relevante para la mayoría de los ciudadanos. Los tiempos del aplauso al personal médico desde las ventanas son parte de un archivo para los días de las primeras incertidumbres y la sensibilidad. Sensiblería, dirán los más cínicos. Días tan remotos como aquellos en que los descubrimientos contra el virus eran tan básicos como acostar a los pacientes boca abajo.

La ciencia y la medicina están cada vez más alejadas de la discusión pública respecto a las necesidades actuales frente al virus. Hoy las elecciones, las protestas, la necesidad de tapar un escándalo, los alardes de firmeza valen más que las evidencias científicas. El gobierno de Scott Morrison expulsó del país al tenista número uno del mundo para sostener una postura política en víspera de elecciones y no para proteger a su población. Boris Johnson ha dado los pasos más audaces en el desmonte de las restricciones para apagar la luz de sus cuatro fiestas en 2020 cuando el país estaba en cierre total.

Trudeau quiere mostrarse firme frente a la protesta de los camioneros -contra los pasaportes de vacunas- que han cerrado el puente Ambassador que comunica con Estados Unidos y por donde cruzan mercancías con un valor de US$13 millones cada hora. El primer ministro está a punto de usar una ley de emergencia que se aprobó en 1988 y nunca se ha usado. Existía una ley similar que solo se usó en la Primera y Segunda Guerra Mundial y en la crisis separatista de Quebec en 1970. Trudeau ya no habla de virus, sino de una crisis política que lo tienen en la encrucijada entre opinión pública que pide firmeza y partidarios que ven con desconfianza semejante precedente constitucional.

Jacinda Ardern, la primera ministra de Nueva Zelanda, también está en una lucha por mantener formas y medidas impuestas durante dos años. Renunciar a su manera de tratar el virus sería desechar unos ideales que la tuvieron como ungida en el ranquin contra la pandemia. Llegaron las protestas a sus restricciones y ya no hay margen para ir atrás. Ardern canceló su boda a finales de enero y ordenó nuevos confinamientos. Los suyo es ya una especie de magia en la que encerrarse en una caja negra es un acto sublime. Pero la gente se ha aburrido del espectáculo y las encuestas, y las calles lo muestran. La ciencia política y las encuestas han reemplazado a la ciencia a secas y los estudios de las revistas indexadas.

Las vacunas, la mayoría de la población que ha tenido contacto con el virus, el cansancio social a las restricciones, la llave del miedo que siempre va venciendo tienen la pandemia en otro momento. Los gobiernos han comenzado a hacer cálculos muy lejos de los modelos epidemiológicos, que entre otras demostraron ser incluso menos fiables que las encuestas electorales. No queda más que la fachada científica y la costumbre de millones de ciudadanos frente a las restricciones. Porque hay millones de personas que creen que las leyes que imponen controles y limitan libertades son virtuosas per se, como si fueran un amuleto de obediencia. Y los gobiernos siempre quieren templar un poco la cuerda, tener nuevos controles, darles nuevas y más creíbles justificaciones a sus barreras y condiciones. El gobierno de los sabios y los prudentes es una ilusión del pasado, quedará como una herencia más de la pandemia, cuando el gabinete se disfrazó de junta médica y el presidente daba un diagnóstico todos los días por televisión. Es hora de olvidar la pseudociencia de los decretos y poner a los pacientes de los palacios bocabajo.

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german(33639)18 de febrero de 2022 - 07:01 p. m.
q haya cansancio y hastío con las medidas sanitarias, q muchos ladinos hayan aprovechado pa enriquecerse y pa controlar al punto de gobernar a punta de abusos anulando legislació y debilitando justicia, no puede significar q la ciencia, q va al ritmo de ensayoError, no haya hecho su tarea ante una evidencia irrefutable de contagios y muertes; no puede ser q ahora expost los antivac tengan la razón
  • María(60274)18 de febrero de 2022 - 09:52 p. m.
    No es lógico que con el argumento de una pandemia, se haga experimentos con las personas, la ciencia se basa en hechos, no en teorías, no se pueden obviar los protocolos en las vacunas, no por nada se hacían tantas pruebas con ellas, y la realidad no se puede obviar y la ciencia no puede vivir de la publicidad donde solo se dicen lo bueno y se esconde lo malo, la salud es muy valiosa para ser nego
Olga(88990)17 de febrero de 2022 - 01:03 a. m.
Parece que la respuesta está en boca y acción de D. H. Thoreau: ese que nos enseñó con su ejemplo el gran valor de la desobediencia civil.
Ernesto(8914)16 de febrero de 2022 - 10:09 p. m.
Pascual, respetuosamente le sugiero, investigar si todavía el personal médico público de este país, tiene deudas sin saldar; y confrontar con la fuerza publica en sus presupuestos. Seguro que a los primeros no les acaban de pagar y a los segundos sí. Ambas fuerzas son heroicas, pero con los médicos, el establecimiento es indolente. Las armas son reinas y la salud una triste cenicienta.
María(60274)16 de febrero de 2022 - 09:28 p. m.
El Covid es muy incierto, no es gracias a las vacunas, nosotros no estamos vacunados y nos dio Ómicrón más suave que a la persona con tres dosis que nos contagió, si sirvieran no se hubiera contagiado esa persona vacunada para empezar, además que antes no toda la gente se moría y los más débiles murieron con las primeras variantes y no menosprecio al Covid y es gracias a los chinos, no a los gring
  • María(60274)18 de febrero de 2022 - 07:04 p. m.
    AGL, sandeces es aplicarse un medicamento sin probar debidamente, con el sistema inmune no se juega, eso de dosis sobre dosis no es para nada recomendable, tanto que en Israel dijeron que la cuarta dosis no protegía siquiera contra Ómicron y que estaban preocupados por el daño contra el sistema inmune q podría causar tantas dosis sin ton ni son.
  • María(60274)18 de febrero de 2022 - 07:02 p. m.
    Jose, si? que tan raro, porque empezaron diciendo que protegían en un 95% de contagiarse y fueron rebajando el porcentaje poco a poco hasta que ahora dicen que no evita si no morirse, cuando ni siquiera eso lo hace, porque gente "vacunada" termina en una UCI y se muere, solo que cuando es un vacunado, todo es calladito, no mencionan que estaba "vacunado" pero cuando estaba sin vacunar lo gritan.
  • ALEJANDRO(os9iw)17 de febrero de 2022 - 07:18 a. m.
    Que mal informado está Ud., en sus argumentos. Al menos mínimo debería informarse en lugar de aseverar sandeces.
  • Jose(pofvv)16 de febrero de 2022 - 10:35 p. m.
    Mar las vacunas no son para evitar contagio, son para evitar complicaciones graves.
George(98053)16 de febrero de 2022 - 07:31 p. m.
Yo creo que las grandes farmacéuticas ya hicieron el dinero suficiente o se "llenaron" con sus vacunas, es hora de tomar otras medidas que no sea obligar a todo el mundo a vacunarse, porque si obliga a todo el mundo a vacunarse 3 o 4 veces, y aun así sigue la incertidumbre, es porque las vacunas no son la solución. Aclaro no soy anti-vacuna pero si de la libre determinación o libertad individual.
  • María(60274)18 de febrero de 2022 - 07:18 p. m.
    Erwin, hasta parece que la vacuna exacerbara los síntomas, mire que a las personas que les da más fuerte es porque el cuerpo reacciona exageradamente, que es lo que llaman tormenta de citoquinas y esa respuesta exagerada causa inflamación, es muy parecido a cuando una pna tiene alergia, en eso consiste el organismo ataca exageradamente a una sustancia, tantas dosis y dosis de algo sin probar? nooo
  • María(60274)18 de febrero de 2022 - 07:15 p. m.
    Erwin, la primera variante fue la más fuerte y murió la gente más enferma y más susceptible. Mi abuelita con 95 años, le dio suave hasta la primera variante, a mí casi sin síntomas la primera y con Ómicron no tuve ni síntomas, a los demás de mi casa les dio suave, en cambio nos contagió una persona con 3 dosis y a ella y a la q la contagió con 2 dosis, a ambas les dio fuerte, la vacuna no protege.
  • ERWIN(18151)17 de febrero de 2022 - 12:43 a. m.
    lo que sucede es que te piden la comprobacion de que estas vacunado ..y digamos la verdad ..las"vacunas" si han servido ..menos ucis y menos muertes ..luego,entonces han funcionado .. hay que aorender a convivir con el virus ..pero pocoa poco va perdiendo poder ..y las farmaceuticas yta hicieron su agosto ..es un negocio ..
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