La ciudad tiene desbordado su botadero de basuras. La Alcaldía debe encontrar una solución rápida más allá de comprimir los residuos. Se unen entonces la urgencia y la avaricia. Al parecer, el alcalde tiene entre ojos a una empresa con una tecnología innovadora, milagrosa casi, una maquinita de convertir las sobras en materias primas. Pero es necesario ir paso a paso, entregar apariencia de legalidad es también una forma de la limpieza.
Se comienza por un asesor, un mandadero, “un calavera”, según el lenguaje de los aseadores. Las asesorías son el cuarto oscuro más eficiente de la administración pública. El alcalde tiene el nombre...
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