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Rabo de ají

Le falta calle

Pascual Gaviria
24 de abril de 2024 - 09:05 a. m.

Hace un año, el presidente Petro anunciaba que acompañaría desde el balcón las manifestaciones del día del trabajo: “nos juntamos este 1 de mayo y ahí, en ese Palacio, que solo recibía oligarcas, narcotraficantes muchas veces, bandidos que se quedaban con el dinero, que casi nunca observaban desde ahí al pueblo, porque se encerraban en la frialdad de los salones dorados. Si ahí entra el pueblo trabajador ¿qué?”. Las reformas ya estaban embolatadas y el presidente hacía un llamado a defenderlas en la calle, con el impulso popular. La convocatoria no estuvo acorde con la grandilocuencia de la invitación. Al día siguiente el ministro Velasco habló de una cifra “insólita” de 65.000 colombianos por las calles de Colombia y un mensaje “bellísimo” por la tranquilidad ciudadana.

Pero no había tiempo para la resignación y diez días más tarde el presidente convocaba a una nueva movilización, para el 7 de junio, al tiempo que lanzaba la frase que se ha convertido en lema y karma al mismo tiempo: “Iremos hasta donde el pueblo colombiano quiera y hasta donde el pueblo colombiano decida movilizarse en pro de las transformaciones sociales”. Ya no sería desde el balcón sino marchando al lado del “pueblo trabajador”. Bogotá fue el centro de la manifestación y se habló de siete mil personas en la Plaza de Bolívar. Funcionarios, sindicatos y estudiantes de los colegios públicos fueron los grupos más visibles. Benedetti y Sarabia acababan de salir del gobierno y las encuestas mostraban saldos rojos. En su discurso “sietejuniero”, Petro habló de una “estrategia para destruir su gobierno”.

Esa fue la última gran convocatoria del presidente a las calles. Se siguió hablando en abstracto de la necesidad de la ciudadanía movilizada, se ha llamado a las asambleas populares, se llegó al punto desconcertante de la convocatoria al constituyente primario, pero ahora las manifestaciones son eventos oficiales: carpas, sillas, refrigerios, gorras, algún anuncio, entrega de recursos y discursos. No vale la pena contar el día cívico que fue más una movilización del ego que un llamado a la ciudadanía.

Las marchas del domingo supusieron para el gobierno una derrota en sus propios feudos. Para Petro cada vez es más difícil movilizar a sus electores y, al contrario, se ha convertido en un experto para congregar una variada oposición a sus reformas, su modelo de gobierno y su desdén frente a los “formalismos” constitucionales y legales. El presidente convoca las marchas a su favor y en su contra, y es más exitoso en su llamado a las segundas.

Al parecer, Petro encajó mal el golpe. Dijo que los manifestantes añoran “la represión abierta, las masacres paramilitares y los asesinatos de jóvenes” y que solo los mueve el odio mientras su gobierno atiende a “la alegría, la paz y el amor”. Habló del inicio de un golpe blando y de la intención de asesinarlo. Todo eso mientras decía respetar y garantizar la libertad de expresión.

A pesar de los rótulos de “pueblo” versus “clase dominante”, de la intención de dar más importancia a unos ciudadanos que a otros a la hora de marchar, lo cierto es que el tarjetón se marca uno a uno. El Congreso mira las marchas con atención y pragmatismo. Allá no señalan ni separan a los manifestantes por clase o ideología, solo obedecen a la aguja de la opinión pública. Esos sí que van hasta donde el “pueblo dominante” les diga. Las encuestas marcan 60 % de desaprobación, la calle está dura y parece no cambiará, la derrota electoral en octubre pasado dejó mensajes más que simbólicos. El gobierno pierde apoyo en todos los sectores y Petro parece destinado al baño popular de las minorías.

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Mar(60274)24 de abril de 2024 - 12:14 p. m.
Por lo menos los marchantes salieron con sus dos ojos sanos y por sus propios pies, no con los pies por delante.
  • Aquiles Brinco(jhlcb)24 de abril de 2024 - 02:09 p. m.
    Eso es apenas obvio, pues los q’ salieron a marchar el 21 de Abril, exclusivamente salieron a eso, y no a delinquir y mucho menos a matar policías, como si ocurrió en las revueltas organizada por Bolívar y Petro cuando eran oposición.
Ricardo(35219)24 de abril de 2024 - 11:37 a. m.
Petro no tiene autoridad moral. Con esa bonita familia reportada por el departamento de estado debía de avergonzarse y callar
  • Darío(12941)24 de abril de 2024 - 05:05 p. m.
    Hablando de familias, hay una de apellido Uribe con unos cuantos enredados...
Usuario(51538)24 de abril de 2024 - 11:27 a. m.
De pronto el primero de mayo se le dan las habichuelitas a don Petrochuspas. No solo se congregarán en la plaza de Bolívar los mismos mamertos de la CUT y Fecode, sino que tal vez se sumen otros nostálgicos del socialismo que andan como perdidos últimamente y se le llena el escenario. Fotografías para mostrar y comparar. Pero el descontento seguirá ahí. De malas.
ERWIN(18151)24 de abril de 2024 - 11:25 a. m.
pagaron para que marcharan ..en barranquilla llenaron buses ..lo mismo en bogota ..11 millones marchamos y elegimos pdte ..esa es la marcha que vale ..nos v3emos en el 26 ..a ver quien gana la marcha ..los corruptos o los decentes...ah y nos vermos el 1 de mayo ..todos a marchar ..como sea ..a marchar ..les ganamos la presidencia por encima de todas las maquinarias ..algho historico ..no olvidemos eso .
  • MoniJONR(pofvv)25 de abril de 2024 - 01:42 a. m.
    Se volvió el país de las marchas sin sentido pues! O las marchas de los egos para saber quien saca más gente a la calle y al final: cero conclusiones
Oscar(67726)24 de abril de 2024 - 10:51 a. m.
Allá no señalan ni separan a los manifestantes por clase o ideología, sólo obedecen a la aguja de la opinión pública ...
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