Que Colombia tenga sobre los partidos una opinión tan desfavorable como la que tiene sobre las Farc y el Eln es supremamente grave, como lo es el hecho de que prácticamente ya no creamos en nada ni en nadie. Todo ello debe llevar a los políticos y al país a una reflexión profunda.
Veamos: según la última encuesta de Invamer, realizada a fines de diciembre y comienzos de enero, 85 % de los encuestados tienen una opinión desfavorable de los partidos, 86 % la tiene de las Farc y 88 % la tiene del Eln. Solo el 7 % tiene una opinión favorable de los partidos y las Farc, y el 5 % la tiene del Eln. Sobre el Congreso, el estado de la opinión es un poquito mejor, pero también es terrible: el 75 % tiene una opinión desfavorable sobre el Lesgislativo y apenas el 18 % la tiene favorable.
Pero lo más angustioso es que en la encuesta casi nadie se salva: de los políticos por los cuales indagó Invamer, solo Juan Manuel Galán, Humberto de la Calle y Rodolfo Hernández tienen una imagen favorable superior a la desfavorable: en los casos de Galán y De la Calle la opinión favorable es 32 %, y la desfavorable es 20 % y 25 %, respectivamente; en el caso de Hernández la favorable es 17 % y la desfavorable es 11 %.
Los demás candidatos, incluidos los punteros, se rajan: Gustavo Petro tiene una opinión desfavorable del 44 % y una favorable del 34 %, Sergio Fajardo tiene una imagen desfavorable del 32 % y una favorable del 25 %, Alejandro Gaviria tiene una imagen favorable del 16 % y una desfavorable del 23 %, Óscar Iván Zuluaga tiene una opinión favorable del 12 % y una desfavorable del 43 %, Enrique Peñalosa tiene una imagen favorable del 18 % y una desfavorable del 25 %, Federico Gutiérrez tiene una imagen desfavorable del 17 % y una favorable del 16 %, Juan Carlos Echeverry tiene una favorable del 7 % y una desfavorable del 13 %, y Jorge Robledo tiene una imagen favorable del 13 % y una desfavorable del 16 %.
Sigue a El Espectador en WhatsAppEl Gobierno, por supuesto, tampoco se salva: al presidente Iván Duque el 69,8 % le desaprueba su gestión y apenas el 25,1 % se la aprueba. De la vicepresidenta, Marta Lucía Ramírez, el 48 % tiene una imagen desfavorable y solo el 14 % tiene una imagen favorable.
Las instituciones fundamentales también se rajan: la Corte Suprema de Justicia tiene una imagen desfavorable del 70 % y una favorable del 21 %, la Fiscalía tiene una imagen desfavorable del 64 % y una favorable del 28 %, la Policía tiene una imagen desfavorable del 59 % y una favorable del 38 %, la Procuraduría tiene una imagen desfavorable del 56 % y una favorable del 26 %, la Corte Constitucional tiene una imagen desfavorable del 59 % y una favorable del 28 %, la Contraloría tiene una imagen favorable del 28 % y una desfavorable del 55 %, la JEP tiene una imagen desfavorable del 53 % y una favorable del 36 %, los sindicatos tienen una imagen desfavorable del 51 % y una favorable del 32 %, los medios de comunicación tienen una imagen favorable del 43 % y una desfavorable del 53 %, y la Junta del Banco de la República tiene una imagen favorable del 24 % y una desfavorable del 53 %.
En la encuesta, solo pasan raspando el Ejército y los empresarios, que tienen una opinión favorable del 53 %, y la Iglesia, que les sigue con 52 %.
Es decir, aquí la inmensa mayoría de los políticos y de las instituciones, sean de izquierda o de derecha, están en bancarrota. Ello significa que perdieron la sintonía con Colombia, que no la interpretan y que en un país que no cree en nada ni en nadie puede pasar cualquier cosa.