La forma como el fiscal general Francisco Barbosa está despidiendo su periodo no puede ser más lamentable. Hay dos hechos icónicos del desastre de su gestión: por un lado, su prácticamente nula labor para esclarecer los asesinatos de los firmantes de paz y sus autores intelectuales; por otro, su empeño en hacer lo posible para que no avance el proceso contra el expresidente Álvaro Uribe, de modo que se llegue a la preclusión del caso.
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Final lamentable
12 de enero de 2024 - 02:05 a. m.