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Gerontofobia

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Piedad Bonnett
20 de febrero de 2022 - 05:30 a. m.
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El año pasado, Carolina Sanín escribió en Twitter: “¿Y ese ensañamiento de Antonio Caballero contra Margarita Rosa de Francisco, la descalificación una y otra vez por «actriz»? Ay, cómo es de elocuente el dolor de huevas. Un viejo obsoleto con la verga desgonzada en la mano. Nada más”. Dejo a ustedes, lectores, que juzguen la pertinencia del insulto, y me detengo sólo en la palabra “viejo”, usada a menudo para descalificar a alguien, generalmente acompañada de algún adjetivo como “güevón” o algo por el estilo.

El desprecio por los viejos no es de ahora y ha sido representado en obras como El rey Lear o Papá Goriot, sin idealizarlos: soberbio el uno, manipulable el otro. Lo que sorprende es que hoy, cuando reina la corrección política y términos como “oriental”, “negro”, “marica” o “boquinche” han sido proscritos del vocabulario, sigamos insultando o descalificando a alguien por viejo, como si serlo fuera una culpa, o como si todos los que así insultan no fueran, al menos teóricamente, a llegar a serlo.

La vejez no es algo deseable, como tan honda y crudamente lo mostró Jean Amery —por cierto un viejo de una lucidez admirable, capaz de analizar a profundidad el suicidio antes de suicidarse él mismo— en Revuelta y resignación: Acerca del envejecer. Pero no es necesariamente sinónimo de decrepitud, pensamiento cavernario, amargura, impotencia o pérdida de creatividad. De hecho, como anotaba Vladdo hace poco, hay hombres que parecen haber nacido viejos, como Iván Duque, mientras hay miles de viejos de espíritu joven, rebeldes, con sentido del humor, que envejecen con dignidad y, sobre todo, que siguen siendo geniales en su campo de trabajo. O si no pensemos en Bertrand Russell, que se casó por cuarta vez a los 80 años, y a esa misma edad publicó una novela y desfilaba protestando contra la guerra. O en Einstein, que a los 76 años rechazó un refuerzo quirúrgico diciendo: “Quiero irme cuando quiero. Es de mal gusto prolongar artificialmente la vida. He hecho mi parte, es hora de irse. Yo lo haré con elegancia”. O en Borges y en Wislawa Szymborska, sabios, irónicos y curiosos hasta el final de sus días. O en ese hombre elegante e irónico que fue Jaime Jaramillo Uribe, que fue a su oficina en la Universidad de los Andes casi hasta el último día de sus 98 años. Y la lista sigue.

A la sociedad de consumo sólo le interesan los jóvenes, que son su principal objetivo. Los mismos que llenan las redes de fotos en las que lucen sus cuerpos como su mayor mérito. Para el capitalismo consumista todo lo viejo es desechable: los teléfonos, los carros, la ropa y también los hombres y mujeres a los que recluye en “hogares de ancianos” donde no incomoden ni afeen un mundo que reverencia la belleza. En pandemia fuimos testigos de un paternalismo hipócrita —que encerró por más meses a los “abuelitos” dizque para protegerlos— o unas infamias singulares, como la de Paola Ochoa, exfórmula vicepresidencial de Rodolfo Hernández, que no tuvo empacho en afirmar, con soberbia: “¿Tiene sentido administrar primero la vacuna entre quienes tienen mayores probabilidades de morir? ¿No deberíamos suministrarla entre quienes tienen toda una vida por delante? ¿Jóvenes y adolescentes, por ejemplo?”. Pura gerontofobia.

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Miguel(11448)22 de febrero de 2022 - 09:58 p. m.
Piedad,ud ha puesto un dedo en la llaga de nuestra sociedad.Pero tiene raices profundas,y hoy se exalta por la vida simplona e intrascendente de las jovenes mayorias.Eso de "Ama al projimo como a ti mismo" se cambió por la egolatra frase "Me amo a mi mismo y a quien me de mas". Y si para conseguirlo hay que dejar morir a un viejo,eso no importa según todas y todos los Paolas Ochoas de hoy.
María(60274)21 de febrero de 2022 - 08:57 a. m.
Piedad, siempre he tenido una columna entre ceja y ceja q Alejandro Gaviria escribió sobre las pensiones y como eso se relaciona con la vejez es bueno que vea lo que el piensa sobre eso. Lo disfraza diciendo que él no lo escribió, pero ¿por qué lo publicó? por q es horrible: https://www.elespectador.com/opinion/columnistas/alejandro-gaviria/una-propuesta-modesta-column-338310/
Felipe(97456)21 de febrero de 2022 - 04:06 a. m.
Paola Ochoa una dizque periodista, está ocupadisima sintiéndose víctima y contándonos sus intimidades... diciéndose mentiras, que sus hijos no saben que su padre y su madre se van a divorciar! Claro que saben, los niños saben todo solo que existen padres y madres ridiculos que creen que los niños no entienden y sienten las tensiones de la pareja! Empezando por ahí esta señora la veo mal! Ojo!
Felipe(97456)21 de febrero de 2022 - 03:57 a. m.
Y no se le olvide lo que dijo el dizque admirado por uds. Agaviria, rechazando el proyecto de Petro de prevención en la salud porque según el exrector eso alarga la vida de los viejos y el estado tendría más problemas... Piedad por eso es bueno oír y leer sobre el programa de su candidato favorito...y no lo digo para que le guste Petro pero Agaviria es un súper paquete chileno con su venia!
carlos(26076)21 de febrero de 2022 - 12:21 a. m.
Llegar a viejo es una situacion que ojala la alcancen la mayor parte de los colombianos. Vivir no diferencia al joven del viejo,llegar a viejo hace parte del espectro de la vida. El consumismo ha hecho de la vida humana un objeto que se puede desechar. El exito se mide en numeros y en cantidades del poseer. Debemos retornar al concepto esencial de la existencia,ser.
  • Jose(46118)21 de febrero de 2022 - 02:39 a. m.
    Doña piedad hace un tiempo perdió toda la credibilidad. Solo le quedan Sus Simpatizantes y Amiguis los Elenos .
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