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Karim Ganem

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Piedad Bonnett
12 de marzo de 2023 - 02:05 a. m.
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“Señora muerte que se va llevando/ todo lo bueno que en nosotros topa”. En este verso de León de Greiff pensé cuando me enteré de la muerte repentina de Karim Ganem Maloof, a sus tempranos treinta y dos años. Una de esas muertes que nos hacen pensar en el sin sentido y en el pavoroso azar, ese otro nombre del destino. Y es que todo anunciaba que Karim tendría un futuro brillante y exitoso. Un futuro que ahora no existe.

Conocí a Karim hace algunos años, en la revista El Malpensante, de la que fue editor durante un tiempo largo. Con su poblada y larga barba que lo hacía parecer mayor, el alto y delgado Karim parecía un personaje bíblico de la antigua civilización fenicia que hoy es el Líbano, de donde son sus ancestros, pero también un doble de José Asunción Silva. Tiempo después, leí en esa misma revista un artículo titulado La vida láctea, y me devolví a ver quién escribía de manera tan divertida y talentosa, con ese manejo deslumbrante de la lengua. Era Karim. Entonces hice algo que casi nunca hago: le escribí un breve correo felicitándolo, al que él contestó dando las gracias. Nada más.

La vida láctea está dedicada a Suad Blel, molde de mi madre, madre de “Mis Ojos”, probablemente un guiño para su abuela, y es una crónica exquisita de cómo las mujeres de su estirpe han sabido manipular la leche hasta convertirla en labneh; pero es también un texto sobre el valor de la fermentación en distintas culturas, un recuento de anécdotas divertidas, que involucran a Borges y a Bioy Casares y a Pasteur, y un homenaje a esas mujeres migrantes sirio-libanesas y palestinas, que perpetuaron sus costumbres en el exilio, apelando a lo que tuvieran a mano. Un ensamblaje de piezas distintas lleno de humor, conocimiento, cariño y pasión.

Karim, que estudió derecho y literatura, era un ave rara, un personaje polifacético; no lo conocí demasiado, pero sí suficiente como para saber que era un espíritu exquisito, curioso y aventurero. Alguna vez tuve ocasión de leer algunos de sus cuentos inéditos y me parecieron magníficos. Y era yo jurado del Premio Nacional de Periodismo Simón Bolívar cuando, por unanimidad, le concedimos el premio en la categoría de humor a su crónica “El cordero crudo de El Vegano arrepentido”. Y es que Karim se dio a escribir crónicas y ensayos culinarios, un terreno muy poco explorado en Colombia, y el resultado fue Calor residual, un libro bellamente editado por Hammbre de Cultura a principios de este año, al que le hice un breve prólogo. El 4 de febrero lo vi por última vez, cuando me entregó un ejemplar. En la página de la dedicatoria dibujó una rama de naranjo en acuarela y escribió “que este sea un árbol más en el jardín de nuestra amistad”. Me contó que salía para La Guajira a registrar con un fotógrafo la forma en que cocinan el chivo las comunidades wayuu, y que tenía pensado refugiarse en San Andrés a escribir una novela cuyo escenario sería el hotel de su padre. Leo las palabras conmovidas de sus amigos y ratifico que Karim Ganem era una persona querida por muchos. Me cuentan que murió mientras hacía el café de la mañana, sólo en su apartamento, y que momentos antes estaba pintando una acuarela. Se fue, pues, mientras hacía lo que supo hacer siempre: apreciar lo bello de cada instante, disfrutarlo y tratar de transmitirlo.

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Alberto(3788)12 de marzo de 2023 - 11:55 p. m.
Bella y emotiva página. Sembraron en quienes no lo conocíamos la inquietud de acercarnos a su obra y legado de vida. Gracias, Piedad Bonnett.
Maria(79747)12 de marzo de 2023 - 10:58 p. m.
Bella crónica. Ni idea quien fue el finado y también me conmovió su temprana partida. Gracias.
Ewar(6960)12 de marzo de 2023 - 06:12 p. m.
¿De que se muere uno a los 32 años?
  • Juan(k48st)20 de marzo de 2023 - 02:42 a. m.
    ¿A qué va su pregunta?
  • daniel(84992)12 de marzo de 2023 - 08:33 p. m.
    La Calaca no tiene fecha ni calendario. Tampoco debe explicación.
Gilberto(54899)12 de marzo de 2023 - 05:01 p. m.
PORTADA - INFORMATIVOS INTERNACIONAL. SIRIA necesita de forma URGRNTE ayuda humanitaria: más del 40% de las escuelas han sido destruidas. "la SOLIDARIDAD es la ternura de los pueblos".
Gloria(50174)12 de marzo de 2023 - 04:49 p. m.
Hermoso
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