Publicidad

¿La moderación como tendencia?


Sigue a El Espectador en Discover: los temas que te gustan, directo y al instante.
Piedad Bonnett
04 de agosto de 2024 - 05:05 a. m.
Resume e infórmame rápido

Escucha este artículo

Audio generado con IA de Google

0:00

/

0:00

Una y otra vez me asombra la gente que, apertrechada en sus creencias, no se mueve ni duda de ellas. Su postura es esencialista. Apoyan sus ideas diciendo “es que yo soy de izquierda” o “es que yo soy de derecha”, con la misma rotundidad del que alega: “Es que yo soy así”. En eso consiste el fanatismo: en una rigidez que impide el ejercicio de la conciencia crítica, esa gran conquista de la modernidad. En una entrevista reciente, Javier Cercas dice: “Cuando los míos hacen o dicen algo con lo que no estoy de acuerdo, lo digo y cargo con las consecuencias”. “Los míos”, imagino yo, pueden ser mis copartidarios, mis amigos, aquellos a los que nos une una visión de mundo. Disentir de los nuestros, aunque nos duela, cuando la realidad nos muestra que estamos equivocados, se llama independencia. Y el independiente suele ser “un aguafiestas, aquel que dice aquello que la gente no quiere escuchar”.

El extremismo –y el fanatismo lo es– se interpreta hoy como sinónimo de carácter. Tan extendida y furibunda es esta creencia, que todo lo que implique grises es considerado tibieza, pusilanimidad, yo qué sé. La moderación es una virtud que está hoy en completo desprestigio. Porque va en contravía, me gustó mucho la propuesta de Rodrigo Uprimny en el especial del 20 de julio en El Espectador. Él propone moderación, humor y curiosidad como antídotos del fanatismo. Como primera idea, “una reivindicación de la moderación, pues la persecución del absoluto, sin importar los medios, está en el corazón de todo fanatismo”. Y argumenta: “Esta reivindicación de la moderación no significa el abandono del entusiasmo ni caer en el cinismo y la indolencia”.

Video Thumbnail

Casualmente, Uprimny pareciera dialogar con Cercas. “En política, yo soy partidario del aburrimiento –dice el escritor español–, de un aburrimiento escandinavo o como mínimo suizo. Y por eso soy partidario de lo más aburrido que existe, que es el socialismo democrático”. Por supuesto, en estas palabras de Cercas hay humor. Y el humor, la segunda idea de la propuesta de Uprimny, “corroe los dogmas y los relativiza, pues invita a que nos riamos de nosotros mismos y abandonemos nuestras pretensiones absolutistas”. Cercas apunta a algo para nada insignificante: ¿cómo no va a parecer aburrido elegir una posición moderada, cuando lo que predomina hoy en redes es la exhibición hiperbólica de nuestras pasiones? Nos gusta sentirnos y mostrarnos belicosos, indignados, iracundos. Y recalcitrantes. Es decir: sin curiosidad ninguna por las ideas distintas a las nuestras.

El mismo 20 de julio, Mauricio Cárdenas escribió en su columna: “La pregunta, entonces, es si en Colombia podemos restaurar la política de la moderación, el uso de la evidencia y la llamada tercera vía”. ¿No será que este diálogo tácito, casual, entre personas tan distintas, está señalando como tendencia lo que es una necesidad social inaplazable, que nos devuelva de los fundamentalismos?

Adenda: Cuando leí sobre las denuncias del maltrato y el acoso laboral en el ámbito médico –denuncias que celebro y ojalá no entierren– pensé en otra instancia tradicionalmente asolada por el maltrato: el ejército. La periodista Adriana Villegas, que ya se había ocupado de él, vuelve a poner el tema sobre el tapete. Recojamos sus inquietudes.

Conoce más

 

Hugo(14000)05 de agosto de 2024 - 03:16 a. m.
El prof. Uprimny en la UN actuó,no dijo¿ con esa "moderación, humor y curiosidad"que le exalta la Sra Bonnett ? Contribuyó y apoyó a que los activistas de la UN de tendencia política afín al gobierno que actuaban sin ninguna "moderación, humor y curiosidad"lograran trastornar el calendario académico,perjudicar a todos los estudiantes y la autonomía de la UN ¿Frente a la calamidad venezolana también hay que actuar con"moderación, humor y curiosidad"? ¡Sobre todo con "humor"...!
Jorge(69952)05 de agosto de 2024 - 12:31 a. m.
La supuesta "moderación" también puede ser un fanatismo.
Helbert(72916)04 de agosto de 2024 - 11:56 p. m.
Frente a la pobreza y los derechos de los más débiles, tanto moderados como radicales, los de derecha, siempre han sido nada moderados para perpetuar esa condición
ALVARO(06010)04 de agosto de 2024 - 10:22 p. m.
La moderación, el relativismo y la apertura mental a lo diferente son esenciales para la vida en sociedad y en democracia. El pluralismo libertario es reacio a otorgar una confianza ilimitada a quienes ejercen el poder en nombre de todos. Por ello, cuando algunos como Maduro y su pandilla de iletrados rufianes se atribuyen un derecho a gobernar sin límites temporales están atentando contra los valores democráticos y transgreden el derecho y el querer de un pueblo a escoger sus gobernantes.
Jorge(43558)04 de agosto de 2024 - 06:29 p. m.
El camino medio, predica desde la antigüedad, ni a garrotazos históricos aprendemos
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta  política.